Las figuras centrales en las religiones, al modo del Papa o el Dalái Lama, no son la norma en otros credos; en el Islam, el Hinduismo, el Judaísmo o ramas cristianas como el protestantismo los líderes ejercen sobre sus congregaciones y son elegidos (o designados) por diferentes métodos
La figura del Papa es una rareza. Pocas religiones, al menos entre las mayoritarias del mundo, tienen un personaje que, como el pontífice, mande sobre toda la comunidad de creyentes. Ni siquiera las otras ramas del cristianismo (protestantes y ortodoxos son las dos principales) responden a este modelo. Solo el Budismo tiene también un responsable máximo, el Dalái Lama; el Islam o el Hinduismo funcionan más como una suma de diferentes tradiciones y prácticas religiosas en las que el liderazgo se ejerce habitualmente a nivel local por los imames o los gurús, encargados de mantener la tradición. Un rol similar al que juegan los rabinos en el judaísmo, aunque en este caso la religión es más unitaria.




