El teólogo Joan Bada considera que "la Iglesia tiene que revisar cuál es su papel en la sociedad si quiere continuar con su función evangelizadora". En este sentido, Bada opina que la jerarquía católica tendría que evitar situarse para "imponer su ética en la legislación". "La Iglesia puede decir lo que piensa, pero no puede forzar", concluyó.
A juicio de Bada, "la cuestión religiosa está pendiente de resolverse desde el siglo XIX y se tiene que resolver cuanto antes". "Las dos Españas no sólo se dan a nivel político, ya que también existen dos Iglesias: la que desearía otro comportamiento de la institución y la que opta por una posición nostálgica".
En este sentido, el eclesiástico e historiador Casimir Martí insta a la jerarquía eclesiástica a "dejar de combatir la evolución de la sociedad". Martí destaca la urgencia de revisar el sistema de financiación de la Iglesia católica o el reemplazo de la oferta de
religión católica en todas las escuelas públicas por otra asignatura de carácter no confesional.
Martí lamenta que la legislación vigente otorga a la Iglesia católica una "situación privilegiada" en relación con otras tradiciones religiosas. Este hecho "la aleja de la sociedad y del espíritu del Concilio Vaticano II".