La familia Guillén y los «padrinos», entre ellos la cantante Amaia Montero
La Casa de la Panadería de la Plaza Mayor albergó ayer el primer bautismo laico de Madrid. Fue el hijo de Cayetana Guillén Cuervo y Omar Ayyashi, Leo, el protagonista de esta ceremonia, que fue llevada a cabo por el concejal socialista del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Zerolo.
Según el concejal, el acto trata de dar la «bienvenida democrática» al recién nacido bajo los principios de libertad, igualdad y respeto, siguiendo una tradición iniciada en la Revolución Francesa. El acto consiste en compartir con sus familiares la lectura de artículos de la Carta Europea de los Derechos del Niño.
La progenitora aclaró que «se emplea la palabra bautizo de una manera simbólica; sin tener nada que ver con el sacramento. Igual que se bautiza un barco o un edificio; es una acepción, nada más». Cayetana explicó que desde que nació el pequeño «hemos querido darle la bienvenida a una vida laica y democrática que estuviera de acuerdo con nuestras convicciones y creencias. Nos casamos por lo civil y queríamos ser consecuentes».
La actriz aludió a otra pareja malagueña que hizo lo mismo hace unos días. «Esto significa que cuando la sociedad empieza a pedir cambios lo hace de una manera natural». Sorpresivamente, Zerolo desveló que hay mucha demanda de este tipo de actos civiles».
Petición en el pleno
A tenor de lo acontecido, el Partido Socialista pedirá en el próximo pleno al Ayuntamiento que se cree un registro para «bautizos» civiles, algo que no existe en ninguna ciudad española. El concejal socialista manifestó que con la ceremonia de ayer «se abre esa posibilidad y un debate que espero que fructifique».
A lo que podría convertirse en nuevo rito acudieron cientos de invitados, muchos famosos, como Amaia Montero, ex cantante de La Oreja de Van Gogh, y Carles Flavià, del grupo cómico Tricicle. Ambos ejercieron de «padrinos».
La Plaza Mayor se llenó por unos instantes de jolgorio, ya que no pasó desapercibida la presencia de las caras conocidas por los ciudadanos de a pie que se encontraban a la salida. Una treintena de chavales, alumnos de un colegio de Sabadell que estaban de visita en la ciudad, recibieron a Boris Izaguirre, invitado en el acto, con entusiasmo mientras esperaban el saludo de Amaia Montero.