El Arzobispado de Iruñea fue ayer escenario de una protesta insólita. Medio centenar de socios de Sasoia se concentraron allí para denunciar que al ex sacerdote Pedro Leoz le han privado del complemento de pensión que venía recibiendo, obligándole a vivir con 561 euros al mes. El motivo de este castigo es que Leoz preside la Plataforma de Defensa del Patrimonio Navarro.
En silencio, con el único sonido de una campanilla de las utilizadas en misa, más de cuarenta miembros de la asociación de jubilados Sasoia se concentraron a las 12.00 de ayer ante la sede del Arzobispado de Iruñea para apoyar a Pedro Leoz en su demanda. El propio Leoz explicaba su situación mientras tomaba parte en la concentración, vigilada de cerca por un furgón de la Policía española.
«Yo soy canónicamente un cura de la diócesis. He estado recibiendo la pensión que dan a los jubilados desde el año 1995, que consiste en 561 euros de la Seguridad Social y otros 247 euros que aporta la Diócesis como ayuda a los sacerdotes jubilados. El 1 de enero me suprimieron estos 247 euros y yo escribí una carta de reclamación al ecónomo del Arzobispado, el señor Aizpún».
El caso de Pedro Leoz fue conocido por sus compañeros de Sasoia, que decidieron mostrar su protesta ante el Arzobispado. Representantes de esta asociación ya intentaron hace mes y medio reunirse con el arzobispo, pero no fueron recibidos y dejaron allí una carta, a la que todavía no les han respondido. El propio Leoz también dejó hace unos días una carta en el Arzobispado en la que reclama sus derechos, y a la que tampoco le han dado contestación a pesar de que, por oficio, tienen obligación de hacerlo. Básicamente, Leoz decía en esa carta que, cuando él llevaba 42 años de servicio en Latinoamérica como misionero, el señor Aizpún estaba recién ordenado sacerdote. «No sé si él sabrá lo que hemos pasado en Latinoamérica, compartiendo con los marginados en el mundo indígena y en el mundo obrero, donde yo he estado toda mi vida. No sé si conoce las dificultades económicas que uno ha tenido, sin ningún sueldo de ninguna clase.
¿Qué autoridad tiene él para eliminarme ahora esa ayuda económica?», se preguntaba ayer Pedro Leoz. Para exponer su queja ha solicitado una entrevista con el obispo, y le han respondido que hasta el día 30 de este mes no le pueden dar audiencia. ¿Y cuál es el motivo por el que ha sido castigado de esta manera? Pedro Leoz lo tiene muy claro: «Yo soy el presidente de la Plataforma de Defensa del Patrimonio Navarro, patrimonio que ha sido usurpado por el Arzobispado a nuestros pueblos. Los compañeros de Sasoia no dudan de que la supresión de ese complemento ha sido una venganza, y yo también lo creo así. Personalmente, pienso que la apropiación del patrimonio por parte de la Diócesis ha sido un robo a nuestros pueblos, y así lo he dicho con total claridad».
Ya es la segunda vez Curiosamente, ésta es la segunda ocasión en que le privan de ese complemento. La primera fue hace cuatro años, bajo el mandato del anterior obispo, Fernando Sebastián, y Pedro Leoz lo recuerda así: «En el Valle de Egues, donde yo vivo, había un alcalde corrupto y se formó una candidatura popular. Me pusieron de primero en la lista y salí elegido concejal. Empecé a escribir sobre la corrupción que había y el obispo me privó de ese complemento, pero al final tuvieron que devolvérmelo». Y ahora, ¿confía en que se lo devuelvan? «Yo no espero mucho de la Iglesia, pero es algo que me corresponde», afirma. Gara, 1/09/2009
"La Diócesis no me paga mi pensión por venganza"
Un cura denuncia que le han quitado la paga por oponerse a las escrituraciones Medio centenar de personas se concentraron ayer frente al Arzobispado jesús morales Pedro Leoz, de 79 años, en la concentración que tuvo lugar ayer en Pamplona.Entonces, como otros curas retirados, solicitó su jubilación y empezó a percibir una paga por parte de la Diócesis de Pamplona que complementaba su pensión.
A principios de este año, y sin ninguna explicación, le retiraron ese complemento. Para Leoz, que ahora cuenta con 79 años de edad, es una "venganza" por su participación activa en el movimiento social que se opone a las escrituraciones de bienes a nombre de la Iglesia católica. Para protestar por la "injusticia" cometida por la Diócesis, medio centenar de miembros de la Asociación de Jubilados de Navarra se concentraron ayer frente a la sede del Arzobispado, en Pamplona.
El mismo colectivo denunció el pasado mes de mayo a través de una carta pública la situación en la que se encuentra Leoz, privado del complemento de pensión que se distribuye entre los curas jubilados y obligado a vivir con la pensión oficial de 561 euros, en vez de los 808 euros a los que tendría derecho. Leoz nació en Cáseda y después de ordenarse sacerdote estuvo casi 40 años en países de Latinoamérica, como Ecuador, Venezuela o El Salvador.
"Yo he vivido la pobreza extrema, pero el dinero que me ha quitado la Diócesis es mío de justicia y se lo regalaré a quien yo quiera. Conozco a mucha gente a la que le vendría muy bien ese dinero", comentaba ayer Leoz. "Antes que sacerdote soy un hombre de mi pueblo. Cuando nos enteramos de las escrituraciones de bienes a nombre de la Iglesia, me nombraron portavoz de la Plataforma por la Defensa del Patrimonio Histórico. Yo me siento libre y con la conciencia clara sobre lo que hago. Y esto es una venganza por eso", sostiene Leoz, quien ha solicitado mantener una reunión con el arzobispo para abordar su situación, pero que por "problemas de agenda" aún no ha podido celebrarse. Diario de Noticias, 11/09/2009