Defendió la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía · Alegó que «la ética es cosa de las familias, y no de la Iglesia» ante un auditorio repleto de gente
No sabe si continuar caminando o darse la vuelta para recibir al prestigioso invitado que ayer acogió la Universidad de Almería, pero el rector de la UAL, Pedro Molina, no atiende a relojes cuando se encuentra junto a ponentes de la talla del jurista Gregorio Peces-Barba. Por eso, instó a sus acompañantes a esperarle. No iba a dejarle solo ante las cámaras y los micros aunque los mismos no le suponen ya problema alguno a uno de los siete padres de la Constitución del 78. "Estamos muy honrados de contar con él aquí", resalta. Luego, le deja paso. No es cortesía. Se nota que las cosas las dice de verdad. No le titubea la voz cuando afirma que la de Almería es "una de las universidades andaluzas con mayor prestigio y mejores infraestructuras".
Durante la breve charla que mantuvo con los presentes momentos antes de entrar en el Aula Magna de la Facultad de Humanidades, resalta la importancia del tema a tratar. La Educación para la Ciudadanía ha abierto un debate en la sociedad que para Peces-Barba carece de sentido. "El Tribunal Supremo ha dejado claramente establecida la constitucionalidad de esta asignatura, lo que tengo que decir es que una hora de clase semanal de esta importantísima materia que se imparte en todos los países de la Unión Europea es muy poco, sobre todo si se compara con que existen dos horas de catecismo que es como yo llamo a esas clases de religión que son, dudosamente, constitucionales". Alude al concepto de España como laica y resalta que en cualquier caso, "la ética corresponde a las familias y en ningún caso a la Iglesia". No quiere jugar a dos bandas. Por eso pide "que la religión desaparezca totalmente de los programas escolares".
Antes de entrar en el Aula Magna mira hacia los pasillos. Poco a poco se van llenando de alumnos que no quieren perder un ápice de la conferencia. "Es que ya no existe polémica", aclara, "se termina en el momento en que se acepta la constitucionalidad del temario". Señala directamente a "algunos magistrados" que "han confundido leyes con creencias, sin saber que deben subordinarse a lo que establece la Constitución Española y las leyes".
Haciendo referencia a legislación, quiere recordar la situación por la que está pasando el juez Baltasar Garzón. Algunos apuntaron a un ambiente de crispación. "No hay que exagerar", dice el jurista, "tenemos que hacer entre todos un esfuerzo de convergencia y de comprensión y desde luego, si esa crispación se traduce porque se ha producido una llamada ante el Tribunal Supremo de un juez, como es el caso de Garzón, creo que no hay delito posible de prevaricación sino una discrepancia interpretativa, lo cual es normal en el ámbito del derecho, porque en éste aspecto dos y dos no necesariamente son cuatro". Hace referencia a las manifestaciones que han estado celebrándose en toda España de apoyo al magistrado, "las protestas públicas tienen que ver con los intentos de algunos sectores de evitar que la memoria histórica se desarrolle de acuerdo con la ley que la protegió. Hoy en día no tiene ninguna dimensión penal salvo que existan personas vivas con delitos contra la humanidad o derecho de gentes que no están protegidos por la Amnistía del 77". "Hay miles de personas que no están dignamente enterradas y muchos de ellos que fueron condenados por delitos de auxilio a la rebelión que es un delito ilegal aplicado con carácter retroactivo por tribunales militares y no digamos ya los que fueron paseados sin juicio".
También quiere hacer alusión a lo acontecido con el Estatuto de Cataluña, introduciendo el hecho como "una región o Comunidad Autónoma que no tenía antecedentes de tener Estatuto como es el caso de Andalucía, sirvió de camino para las comunidades de más envergadura previa lo que le aporta muchísimo". Repasa la historia matizando que "el papel de Andalucía siempre ha sido positivo. estamos pendientes de una sentencia del Tribunal Constitucional que tiene que señalar si ha habido excesos, yo creo que algunos, en la reforma del Estatuto de Cataluña". Con esta afirmación dio un punto más para comenzar el debate que posteriormente le trasladó a otras provincias.
Asegura sentirse agusto en la Universidad de Almería, tras la bienvenida del rector.
Tras estas primeras ideas, pasa a la sala. Está repleta de quienes no quieren perderse detalle de la charla. Apenas quedan sitios libres. "Buenos días y muchas gracias por venir", asegura, con la mirada clavada en los presentes. Se sienta y le dan la bienvenida. Empieza a mostrarse tal y como es. Sin dobleces. Para que los asistentes le pregunten por cada una de las preguntas sin resolver.
Pese a su apariencia seria, Peces-Barba se mostró implicado con cada uno de los alumnos, a los que dedicó al término de la ponencia unos minutos para intentar aclarar algunas cosas. La actualidad de la temática tratada hizo que los contenidos fueran asimilados por los asistentes en cada uno de los casos. La importancia de la Carta Magna no pasa de moda, al menos para Peces-Barba.