El hermano de la mujer sudanesa condenada a muerte por convertirse al cristianismo y casarse, Meriam Ibrahim, ha defendido su entrega ante las autoridades del país y ha asegurado que "debería ser ejecutada" si no reniega de su religión.
Meriam Ibrahim, de 27 años de edad, fue condenada a pena de muerte por abandonar la fe musulmana y casarse con un cristiano, pese a haber sido criada en la fe cristiana por su madre después de ser abandonadas por su padre, musulmán.
El caso ha llamado la atención de la comunidad internacional mientras Ibrahim, que ha dado a luz en prisión, continúa encarcelada, al haberse negado a rechazar el cristianismo ante el tribunal que la condenó.
Su hermano, Al Samani al Hadi, ha asegurado en una entrevista a la cadena estadounidense CCN que su marido, Daniel, –a quien llama el "cura" y su hermana han dado "pociones" a Meriam para conseguir convertirla al cristianismo.
"Desapareció durante el Ramadán del año pasado –en julio– durante 45 días. Ahí es cuando fuimos a la Policía. Cuando fue encontrada nos dimos cuenta de que su cara era diferente, la forma en la que nos miraba era diferente", ha asegurado. "Estaba embrujada", ha subrayado.
Además, Al Hadi ha recalcado que debería "arrepentirse". "Estamos preparados para quererla como a la niña de nuestros ojos. Pero si se niegue debería ser ejecutada", ha afirmado. "Por qué iba a apelar a mi humanidad, mis emociones y provocar la ira de mi Dios? Así no es como funciona para nosotros", ha defendido.
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