Izquierda Unida indica en nota de prensa que en estos momentos «de involución económica y de «derechización» de la sociedad» este partido «defiende una Europa feminista, laica, justa, solidaria y democrática».
Izquierda Unida indica en nota de prensa que en estos momentos «de involución económica y de ‘derechización’ de la sociedad» este partido «defiende una Europa feminista, laica, justa, solidaria y democrática».
Todo ello «en clara confrontación con las políticas neoliberales, imperialistas y patriarcales de la Unión Europea, donde socialdemócratas y conservadores, utilizan las mismas políticas económicas porque el capitalismo se construye sobre la base de la división sexual del trabajo». Según explican, el «austericidio» junto con el «abandono interesado de políticas sociales y de igualdad arremeten con mayor virulencia contra las mujeres y está provocando entre otros males, la feminización de la pobreza, una mayor precariedad laboral y un mayor desequilibrio social». Además, «el sexismo institucional y la intromisión de la iglesia en la vida pública, pretenden arrebatar derechos y libertades a las mujeres, que han sido duramente conquistados».
Por todo ello, para «hacer realidad una Europa igualitaria», desde Izquierda Unida proponen «la igualdad efectiva de salarios, la estabilidad laboral y la protección de mujeres con menores recursos y prestaciones». «El aseguramiento de las infraestructuras sociales y de los servicios públicos necesarios para la incorporación real de la mujer al trabajo» y exigen «tomar medidas para acabar con el sexismo cultural y con los modelos esteriotipados de mujer que desde los medios de difusión, la publicidad o la televisión nos imponen».
Además desde IU piden «legislaciones que persigan y castiguen la violencia de género, protegiendo a la mujer y criminalizando al agresor, en todos los ámbitos y desde todos los espacios». Ofrecer «un modelo de educación pública, laica y centrada en la igualdad» y perseguir «con contundencia la trata de carne humana, el proxenitismo y la explotación sexual». Todo unido a un «mayor apoyo a las mujeres migrantes, doblemente discriminadas y con la revisión del derecho de asilo» así como «con políticas que garanticen los derechos sexuales y productivos de las mujeres».
Una situación que se debe realizar porque «las mujeres no vamos a permitir retrocesos, ni agresiones, ni intromisiones en nuestros derechos a decidir libremente sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas. Sin una revolución social contra el modelo económico de la UE, no habrá libertades ni para mujeres ni para hombres».
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