Rouco, preocupado por la crisis de vocaciones
El cardenal de Madrid y presidente de la Conferencia Espiscopal Española (CEE), Antonio María Rouco Varela, ha mostrado su preocupación por la crisis vocacional de la Iglesia. "Los sacerdotes somos menos y de más edad que hace algunos años", admitió ayer ante la Asamblea General de prelados. Las cifras parecen bastante críticas: en 2007, en España había 23.286 parroquias de las cuales 10.615 no tenía sacerdote residente. La media de edad de los curas en activo es de 63,3 años, aunque “en alguna zona alcanza los 72 años”, explicó el jefe de los obispos. Además, la situación, muy probablemente, está empeorando.
La crisis de vocaciones fue el primer punto del debate celebrado ayer por la tarde por la Asamblea General de los obispos en la que Rouco planteó su hoja de ruta de cara a “las crisis religiosa, social y económica” de nuestro país, recoge El País.
Radicalización del clero…
El cardenal de Madrid pronunció un discurso de 5.016 palabras ante la jerarquía del clero español en la que faltaban los salientes obispos de San Sebastián, Juan María Uriarte, y de Sevilla, Carlos Amigo, cuya sustitución se votará mañana. Rouco está preocupado porque hay una decena de sedes diocesanas vacantes, y se prevé que elija personalmente a los que las ocuparán. Hasta el momento, los relevos han sido contundentes: en San Sebastián se ha cambiado a Uriarte con buenas relaciones en el entorno nacionalista, por un ultraconservador, el obispo de Palencia José Ignacio Munilla Aguirre.
…¿contraproducente?
Al parecer, el presidente de los obispos se está preparando para luchar contra el “laicismo feroz” y considera que los perfiles más significados son los idóneos. Los fines de Rouco, por tanto, sería más estructurales que ideológicos. Este punto parece discutible: quizás unos pocos pastores afines y firmes consigan mantener la coherencia y contundencia del discurso episcopal. Pero, ¿tienen los elegidos el perfil idóneo para atraer más feligreses?
Las crisis
Rouco también abordó la crisis económica que “persiste” y la de valores. "Los análisis de las causas económicas, sociales y políticas son imprescindibles. Pero no son suficientes por sí mismos. El sistema financiero y económico se ha visto afectado por quiebras de orden ético y, por tanto, dependientes de la conducta de las personas. Sin motivaciones adecuadas es difícil alimentar y sostener conductas éticas. El desarrollo es imposible sin hombres rectos. Lamentablemente hay corrupción e ilegalidad tanto en el comportamiento de sujetos económicos y políticos de los países ricos, nuevos y antiguos, como en los países pobres", espetó.
La polémica educativa
En este sentido, el presidente de la CEE ahondó en la Educación, un punto en el que no pudo evitar sus habituales ataques a un Gobierno que, según cree, amenaza la enseñanza de la religión católica en la escuela pública. "La carencia de una verdadera alternativa académica [a esas materias] coloca a los profesores y alumnos en una situación de verdadera heroicidad pedagógica", señaló. El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, ha rectificado al cardenal asegurando que la asignatura de “Religión no está discriminada”.
