La red esperaba cobrar por coordinar y una comisión del 40% en cada gasto
La trama Gürtel planeó quedarse con la organización de todo lo relacionado con la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia en julio de 2006. La pirotecnia. El diseño, montaje y desmontaje del escenario desde el que habló Joseph Ratzinger. El alquiler de oficinas y su “adecuación”. La contratación de espectáculos teatrales para “animar” a los peregrinos. El suministro de la “señalética integral del recinto”. El alquiler de urinarios y sillas plegables. La “dotación de infraestructuras de seguridad”. E incluso la selección de artistas para celebrar “misas cantadas”.
La investigación realizada en secreto por el juez José Ceres durante los últimos meses revela el insaciable apetito de la red de Francisco Correa por las muchas adjudicaciones que debía realizar, en principio, la Fundación V Encuentro de las Familias, constituida por la Generalitat valenciana, el Ayuntamiento, la Diputación y el Arzobispado de Valencia. Y financiada sobre todo por el Gobierno autonómico, que aún sigue poniendo dinero en ella.
Un año antes de que el Pontífice llegara a la ciudad, el cabecilla de la trama en Valencia, Álvaro Pérez, El Bigotes, y sus chicos de Orange Market ya mantenían entrevistas con responsables del Encuentro Mundial de las Familias. En el último trimestre de 2005, la red elaboraba presupuestos y hasta un “pliego de condiciones económico-administrativas” que abarcaba todas las posibles adjudicaciones “del acto publico multitudinario de recepción de su santidad el Papa Benedicto XVI”, según lo define el documento aportado a la causa por el exproductor de Orange Market Juan José Rincón.
La trama esperaba aplicar su sistema de honorarios habitual. Cobrar una cantidad fija en concepto de “coordinación”, que estimó inicialmente en un millón de euros. Y, además, quedarse con una comisión del 40% de cada partida contratada, inflando para ello los precios.
Una de las hojas de costes efectuadas por Rincón recoge la previsión del precio y la facturación esperados en cada apartado. De 11 casillas, el único importe que no está hinchado es el de pirotecnia: se estimaba que costaría 132.000 euros y que se cobraría a la Fundación V Encuentro 132.000 euros. En la misma línea hay una anotación en la que se lee: “No se aplica % porque Selva ya tiene…”. El magistrado instructor preguntó a Rincón qué quería decir con esa referencia a José Selva, que fue responsable de toda la logística del encuentro y dimitió a principios de marzo de 2006 escandalizado, según su versión, por las “corruptelas”. El exempleado de Orange Market respondió al juez: “Quería decir que Selva ya tenía el presupuesto. Y entonces no le podías decir que costaba 150.000, porque entonces…”.
Esa hoja de costes, contó Rincón, fue entregada por El Bigotes a Víctor Campos, que era responsable de la Fundación V Encuentro y vicepresidente de la Generalitat, “para que supiera más o menos por dónde iban a ir los números”. “A Campos”, agregó el testigo, “se le daba normalmente una lista con la deuda tanto del partido [PP] como de la Generalitat con Orange Market”.
El juez aún no sabe por qué se decidió que Canal 9 asumiera pagos
La trama se planteó repartirse el pastel con otra empresa, Trasgos, y lo discutió con sus responsables en una reunión a la que, según Rincón, asistieron el propio Correa y el por entonces director del Instituto Valenciano de Finanzas y comisionado de la Fundación V Encuentro, Enrique Pérez Boada. Ante el juez, Selva declaró que Trasgos era conocida por dedicarse a organizar los actos del PP antes de que Orange Market desembarcara en Valencia.
Las esperanzas de la red no fructificaron. O no lo hicieron, al menos, del modo que había previsto. De un lado se encontraron con que existían otros aspirantes. Orange Market confiaba, por ejemplo, en que “el diseño y el montaje del escenario del Papa iban a caer dentro de la empresa”, recordó Rincón. Pero luego les avisaron que de eso se encargaría el arquitecto José María Tomás. Del otro, las sospechas sobre las actividades del Grupo Correa y su vinculación con el PP saltaron a la prensa “y no se consideró conveniente que optara a un asunto de estas características”, señaló el testigo.
Gürtel consiguió resarcirse de sobra a través del contrato de retransmisión de los actos a través de pantallas gigantes por Valencia, con el que obtuvo casi tres millones de los 7,5 pagados por Canal 9. La comisión para la trama no fue en este caso del 40% sino casi del 100%, ya que el coste real de los trabajos fue la mitad.
La Generalitat decidió que fuera la televisión pública quien corriera con ese gasto y otros menores hasta un total de ocho millones. Esto es, más de un tercio del presupuesto de la Fundación V Encuentro para todos los actos. ¿Por qué tuvo que hacerse cargo Canal 9 de aquellos pagos? El juez no ha conseguido aún que nadie se lo explique. El gasto se incorporó a la deuda de Ràdio Televisió Valenciana, que rondaba los 1.200 millones cuando el Gobierno valenciano lo cerró.
Ricardo Costa, Vicente Rambla, Álvaro Pérez y Francisco Camps. / CARLES FRANCESC
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