Un año más, el decanato de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada nos ha invitado oficialmente a una “eucaristía” el 15 de noviembre, con motivo de la festividad del patrón, san Alberto Magno. Ha transgredido así la aconfesionalidad exigida por la Constitución a un ente público como es nuestra Universidad, y ha faltado al respeto a la libertad de conciencia de los universitarios y de los ciudadanos en general. Lo que es un bochornoso residuo nacionalcatólico no es la misa en sí, por supuesto, sino la convocatoria institucional. Hace unos días, el 10 de noviembre, se celebró el “Día mundial de la Ciencia para la paz y el desarrollo”, declarado en 2001 por la Unesco. Ojalá consigamos que dentro de un año este sea el día de la Facultad de Ciencias, un día para todos, cualesquiera que sean sus convicciones y creencias. Y ojalá vayan siguiendo un camino semejante el resto de centros universitarios públicos.
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