«Soler es la última excrecencia como fiel continuador de aquellas desgracias que fueron Escarré y Just»
En Intereconomía se han acabado las patentes de libertad de expresión. Después de mover Roma con Santiago para vender que llamar “zorra repugnante” a una política o asegurar sin pruebas que Jaime de Marichalar consume cocaína son ejercicios amparados por la libertad individual, el grifo se ha cerrado. Francisco José Fernández de la Cigoña, experto ambulante en temas de religión, se marca este domingo un chotis contra la libertad de expresión desde las páginas de La Gaceta. Cigoña está “indignado” por las “agresiones” que en los últimos días han tocado “las narices a los católicos”. Por eso, apuesta por “suprimir” al abad de Montserrat por opinar que el aborto “hay que regularlo” y hacer “desaparecer” a un articulista de Galicia Hoxe por publicar un montaje fotográfico de Benedicto XVI.
“Hubo un tiempo en que los católicos inermes y atontolinados sufrían en silencio todas esas agresiones”, dice Cigoña en su artículo Indignaciones, recordando, quien sabe, los tiempos del Imperio Romano. “Hoy eso (…) se ha terminado. Se ha perdido el complejo, nos sabemos numerosos, e incluso están surgiendo medios importantes, por ejemplo Intereconomía donde me hallo, que plantan cara con decisión al entreguismo imperante no hace mucho”, añade el opinador religioso, regocijándose de que “el león estaba dormido, no muerto. Y tanta miseria le ha despertado”.
El león despierta
El primero en sufrir el zarpazo del león es el abad benedictino de Montserrat, José María Soler, quien esta semana apostó por dar una “dimensión catalana” a la próxima visita del Papa a Barcelona y, de paso, opinó sobre el aborto. Se mostró “a favor de la vida, desde el inicio hasta el final” y molesto con que se presente como un derecho el aborto, “pero si se dan estas situaciones, ello no quiere decir que no se tengan que regular".
Tarjeta roja
¡Error tras error! Menos mal que Cigoña se apresta en enseñarle la tarjeta roja desde el faro de Ariza y le recuerda, a golpe de cacofonía, que su monasterio “ahora agoniza tras una serie de nefastos abades de los que Soler es la última excrecencia como fiel continuador de aquellas desgracias que fueron Escarré y Just”.
“Suprimir” a Soler
La causa del hundimiento es que “la simbiosis de nacionalismo y progresismo ha sido letal para la religión en todos los lugares en los que se ha encarnado” y Montserrat no podía ser menos. “Eso no lo puede decir un abad benedictino en claro apoyo a la ley exterminadora de niños en el vientre de sus madres”, porque el aborto “hay que suprimirlo. Como habría que hacer con Soler”.
Cigoña y “unos maricones de mierda”
“También están ahí la pederastia, el maltrato a las mujeres, las violaciones… Sólo a un memo se le ocurre decir que porque existen hay que regularlas”, añade Cigoña, quien, todo sea dicho, es incapaz de distinguir entre pederastia, pedofilia y homosexualidad. No en balde, esa libertad de expresión que niega a otros es la que le amparó en su día para afirmar que los curas responsables de abusos sexuales "no son pedófilos, ni gays, ni homosexuales, estos son sencillamente unos maricones de mierda".
“Insulto despiadado”
El otro asunto que le ha amargado el desayuno a Cigoña es un artículo de opinión publicado en Galicia Hoxe, titulado Coma nenos píos con disfrace de mártir y firmado por Fran P. Lorenzo. La pieza iba acompañada por un montaje fotográfico muy difundido en Internet de Ratzinger, cubierto de heridas y siendo fichado por la policía. Tras ser tachado de “insulto despiadado” por parte del Arzobispado de Santiago, tanto el artículo como la imagen fueron censuradas y eliminadas de la web del periódico.
“Los sentimientos de los católicos”
Para Cigoña, la fotografía “es tan soez, tan agresiva para con (sic) los sentimientos católicos, tan propia de un malnacido, que rebasa ya lo inaceptable para caer en la basura más asquerosa”. Pero para el articulista de Cigoña la censura “no basta”: “Tiene que desaparecer también quien perpetró la fechoría. O en otro caso los católicos deberían tomar nota de que ese periódico no puede entrar en sus casas. Y hasta boicotear los productos cuyos anuncios lo sostienen”.
Ni un dedo
La imagen de Ratzigner manipulada pertenece, originalmente, a Worth1000, una web fundada en 2002 y dedicada a convocar concursos de manipulación fotográfica, en muchos casos satíricos. Si Fran Lorenzo hubiese decidido escribir contra Mahoma, no le habrían faltado opinadores de medio pelo mostrándole su apoyo, sobre todo si alguien sugiriese hacerle “desaparecer” o llamase al boicot contra el medio que le paga. Pero no. Escribió sobre Benedicto XVI y nadie ha movido un dedo contra su censura. Esto es España, en el 2010, y el león “ha despertado”.