Ante el aumento de población extranjera, buena parte de ella con otra religión diferente a la católica y cristiana, los servicios funerarios de Ávila se adecúan a la nueva situación y ofrecen «todo los que les pidan sus clientes»
En una sociedad globalizada en la que la cifra de residentes extranjeros aumenta cada día, una ciudad en la que actualmente, a fecha de 31 de mayo, hay un total de 7.665 residentes extranjeros registrados, según los datos de la Subdelegación del Gobierno en Ávila, siendo el colectivo de personas procedentes de Marruecos el más numeroso, con 2.258 residentes, un 29,5 por ciento del total, partícipes de diferente cultura y religión; se hace necesario e incluso imprescindible tener en cuenta también la diversidad y la globalidad en todos los aspectos, incluido el funerario. De tal manera, y siguiendo la normativa vigente en la comunidad de Castilla y León y la Ordenanza Municipal Funeraria, todos los tanatorios de Ávila con los que esta redacción se ha puesto en contacto tienen siempre en cuenta y se adaptan a las peticiones de los clientes, según su propia afirmación, sea cual sea su condición religiosa.
El de los musulmanes es el colectivo religioso no católico ni cristiano que de forma más numerosa acude a los servicios funerarios abulenses consultados, Antonio Álvarez, Isabelo Álvarez y José Carlos Sánchez.
De tal manera, José Carlos Sánchez asegura que en uno de estos casos «el de una señora de Tánger que falleció aquí, nos pidieron que buscáramos una imana» y lo hicieron a través de unos colegas en Madrid. Una vez allí, esta persona les pidió mucha agua y una sábana «pero no pudimos estar presentes en ningún momento del ritual, del mismo modo que tampoco podían participar en el los familiares varones de la fallecida». De Ávila fue trasladada a Madrid, a la mezquita de la M-30, a través de los servicios funerarios abulenses donde se practicaron otros rituales. «Nosotros llevamos el cuerpo a la mezquita, hasta donde nos dejaron; eso sí, descalzos» y posteriormente se encargaron de su traslado en avión hasta Tángen. Los desplazamientos en avión gravan los servicios de estas empresas que se acomodan a los cambios que una sociedad plural y cada vez más mezclada genera.
En el caso de los tanatorios de Antonio Álvarez e Isabelo Álvarez, ellos sólo se han encargado hasta el momento de trasladar el cuerpo, en un féretro normal, hasta la mezquita principal de Madrid donde, al parecer se les practican los rituales correspondientes a la religión musulmana.
En otros casos, se puede optar por una ceremonia laica. Y sí se han producido algunos caso. En este sentido, una persona africana fue enterrada en un nicho del cementerio de Ávila «sin ningún tipo de ceremonia» y con poco acompañamiento familiar.
En otros casos, cuando se trata de testigos de Jehová «ellos no quieren crucifijos ni misas. Además, sus rituales se caracterizan por los cánticos». Por eso, en la mayoría de las capillas no existen símbolos religioso fijos, todos son móviles, que pueden suprimirse en un momento dado para convertir el lugar en un tanatorio aconfesional.
La función de los servicios funerarios más frecuente es, sin embargo, los traslados a sus países de origen. Aunque es de esperar que cada vez se produzcan más situaciones diversas con motivos del asentamiento en Ávila de mucha población inmigrante.
Sin embargo, una curiosidad en la que han coincidido todos los profesionales consultados, algunos de los cuales llevan trabajando en el sector más de 30 años es que «jamás hemos enterrado a un chino». Se trata del gran misterio, más aún teniendo en cuenta que tampoco se ha encargado ningún tanatorio de Ávila de trasladar a uno de estos ciudadanos a su país de origen.
Por lo demás, anécdotas hay muchas aunque algunas de las actitudes que más sorprenden a estos profesionales se basan en comportamientos determinados ante los rituales funerarios, como el que «muchos extranjeros tengan la costumbre de hacer fotos y reportajes en vídeo de los entierros». En lo que todos coinciden es en que se adaptarán cada vez más a las peticiones de los familiares.