El TSJ de Castilla y León contradice al Tribunal de Estrasburgo
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León dictó ayer una sentencia que da otra vuelta de tuerca al conflicto sobre la presencia de símbolos religiosos en las aulas. El Tribunal establece la retirada de los crucifijos, pero sólo cuando los padres lo soliciten y sólo para ese curso. En ese caso, y siempre que la petición "revista las más mínimas garantías de seriedad", se procederá a la retirada inmediata de los símbolos del aula donde estudie el alumno y de los espacios comunes.
De esta manera, el Tribunal da la razón parcialmente a la Junta de Castilla y León y a la asociación E-Cristians, que recurrieron la sentencia 288/2008 del Juzgado número 2 de Valladolid que obligaba a la retirada de los símbolos religiosos del colegio público Macías Picavea de Valladolid. Dicha retirada había sido a su vez impuesta tras un recurso de la Asociación Cultural Escuela Laica de Valladolid, contra el acuerdo del Consejo Escolar del centro.
Esta sentencia llega apenas un mes después de que la Corte Europea de Derechos Humanos de Estrasburgo estableciera que la presencia de crucifijos en las aulas italianas "vulnera la libertad religiosa de los alumnos" e impide que los padres puedan educar a sus hijos según sus convicciones. A raíz del fallo, el pasado día 2 la Comisión de Educación del Congreso aprobó una proposición no de ley (con la oposición de PP y CiU) para que el Gobierno se comprometa a trasladar dicha sentencia al ordenamiento jurídico español. Un día después, debido al revuelo que generó la iniciativa, Rodríguez Zapatero apagó la polémica asegurando que "no está entre los planes del Gobierno retirar los crucifijos de los colegios".
El TSJ de Castilla y León estima que el de Estrasburgo es "un juicio interpretativo a seguir", pero que su influencia en el ordenamiento español "ha de ser ponderada". Para este tribunal, la vulneración del derecho responde a un conflicto "personal", y que sólo si hay una petición expresa "deberá ceder el derecho de la mayoría, canalizado a través de la decisión escolar". El tribunal afirma que "la opción laicista" supone una "confrontación de derechos temporal y objetivamente ilimitada", ya que la presencia de símbolos religiosos en nuestro país es "extraordinariamente numerosa". Así, establece que "sólo mediante las limitaciones recíprocas de los derechos de todos se podrá hallar un marco necesario de convivencia".
Fuentes de la Junta de Castilla y León aseguraron ayer que "acatan la sentencia" y añadieron que el colegio Macías Picavea ya retiró todos los símbolos hace meses. Francisco Delgado, presidente de la asociación Europa Laica, declaró que el fallo le parece "especialmente retorcido y maniqueo" y que debe apelarse a un tribunal superior para que "se aclare de una vez por todas" la situación de los símbolos que no sean comunes a toda la ciudadanía.