El sindicato lamenta que es el equivalente al coste de los 300 profesores que recortará Educación el próximo curso en Castelló
El sindicato UGT calificó ayer como «muy grave» la campaña de la Diócesis Segorbe-Castelló que premia con regalos a los profesores o alumnos que atraigan nuevos alumnos de religión y exigirá de nuevo a la Generalitat Valenciana y al Gobierno que suprima el profesorado de religión de los centros públicos de la provincia de Castelló, cuyo coste supera los 10 millones de euros anuales.
Esta es la cantidad de dinero público que se está invirtiendo este curso para pagar el sueldo de alrededor de 300 profesores de religión en los centros de educación pública castellonenses. La cifra equivale aproximadamente al total de docentes que recortará la Generalitat el próximo año en Castelló, y UGT considera esta doble vara de medir «inaceptable».
La organización sindical, que ya había realizado esta petición el pasado curso, argumenta que en el actual contexto de continuos recortes en el sistema de educación pública semejante gasto resulta injustificable. Así lo explicó el portavoz de educación de UGT en Castelló, Laureà Puig: «no es admisible que se esté gastando para financiar profesores de religión este dinero, 10 millones de euros, mientras se está recortando en becas de transporte, becas de comedor, profesorado de asignaturas cruciales y comunes a todos los alumnos y mientras no hay dinero para construir instalaciones dignas, lo cual lleva a más de 5.000 niños de Castelló a estudiar este curso en barracones. Si no hay dinero para todo esto, por supuesto no debe haber dinero para profesores de religión».
Puig argumentó que el sistema educativo español es aconfesional y es precisamente la educación laica de calidad lo que se debe garantizar a todos los ciudadanos. «No podemos seguir costeando con fondos públicos una educación religiosa católica que nos parece muy respetable, pero que no debería financiarse con dinero público porque hay otras prioridades y estas clases sólo benefician a un sector de la población. Quien quiera que sus hijos estudien religión católica pueden pagarse una actividad extraescolar, nos parecerá perfecto, pero no a costa del bolsillo de todos los contribuyentes». El portavoz sindical explicó que el sindicato solicitará formalmente al Gobierno y a la Generalitat Valenciana que denuncien el concordato que tienen firmado con la Santa Sede, dado que este compromiso es el que obliga al estado español y a la Generalitat a costear un gasto que, a su modo de ver, debería asumir el Vaticano».
A fecha de hoy, la asignatura de religión se ofrece como una optativa que puede suplirse con alternativa (tradicional ética) y que no puntúa para la media del expediente académico de cara al ingreso en la universidad. El gasto que supone este profesorado en Castelló supera los 10 millones de euros y en el conjunto de la Comunitat. Alrededor del 40 % del alumnado de infantil, primaria y secundaria de la provincia de Castelló optó este curso por no cursar la asignatura de religión católica, una cifra que está haciendo reaccionar a la diócesis con una campaña para recuperar estudiantes.
No en vano, la materia de religión copaba en 1996 la práctica mayoría de los estudiantes con porcentajes de entre el 80 y el 90 %, según las estadísticas más antiguas publicadas por la Conferencia Episcopal. Esta diferencia dejaba la alternativa de ética como un espacio de aprendizaje minoritario.
Ahora, la cifra de alumnos que se decanta por estudiar la religión católica como parte de su currículum académico es sólo de un 61,6 %, un tercio menos que hace 17 años. En suma, 39.700 estudiantes (0 sus familias) eligieron la asignatura de religión, mientras que los restantes 24.700 prefirieron la alternativa.
Por franja de edad, el alumnado de religión católica alcanza el 62,2 % en infantil, el 69,8 % en primaria, el 52,9 % en educación secundaria obligatoria (ESO), el 38,2 % en primero y segundo de bachillerato y el 33 % en las Escuelas Universitarias del Profesorado.