Lejos de amainar, el enfrentamiento de la comisión de propietarios y usuarios del cementerio parroquial de Brión con los representantes de la jerarquía eclesiástica parece recrudecerse. De la última reunión celebrada con el vicario, Antonio Rodríguez Basanta, el pasado jueves los vecinos salieron todavía más molestos de lo que ya estaban. Y todo por entender que este responsable actuó con “prepotencia” cuando los invitó a ir al Juzgado a denunciar las irregularidades económicas en las que vienen insistiendo en los últimos meses.
El origen del conflicto es la “desaparición” de más de 9.000 euros de las aportaciones de los propietarios de nichos del citado cementerio, del que hacen uso los vecinos de Brión, A Graña y San Felipe. El problema es que la contabilidad entre los años 2004 y 2007 no está clara, o al menos no se da a conocer a los feligreses. Cuando en 2003 desapareció la Junta Parroquial había 10.100 euros. Cuando se volvieron a rendir cuentas, con la llegada de un nuevo sacerdote en 2007, únicamente quedaban 900. Para conocer qué había pasado con el dinero, las entidades vecinales de las tres parroquias pidieron una entrevista con el vicario, pero éste les dijo que no representaban a los feligreses, motivo por el cual se constituyeron en comisión de propietarios y usuarios, avalados por 400 firmas.
Tras una primera reunión, se solicitó otra con el obispo, que tuvo lugar el 24 de septiembre y en la que se comprometió una respuesta en el plazo de un mes. Pero ésta fue decepcionante. En la reu-nión del jueves se les entregó un papel en el que figuraba una relación de obras ejecutadas por importe de unos 10.000 euros -sin facturas- de las que se reconoce que algunas, por valor de 7.553 euros y ejecutadas en la iglesia de Brión, no deberían haberse pagado con estos fondos. Se anunció que se devolvería esta cantidad, pero sólo de palabra.