Los socialistas advirtieron ayer a los colegios que han decidido acomodar los contenidos de Educación para la Ciudadanía a los postulados católicos que ni el ideario de los centros ni la libertad de cátedra de los profesores pueden ser excusa para desvirtuar la asignatura. "La libertad de cátedra y el ideario no dan derecho a decir cualquier cosa. El ideario tiene límites que ya se recogen en la doctrina del Tribunal Constitucional", señaló el diputado Victorino Mayoral, presidente de la Fundación Cives, de larga tradición en el debate sobre la laicidad en la escuela. Mayoral abogó por la neutralidad del profesor. "El carácter neutral de los centros no se rompe por una ética laica", añadió después José María Martín Patino, presidente de la Fundación Encuentro. Y el portavoz socialista de Educación en el Congreso, Raimundo Benzal también abundó en esta idea. Defendió que los límites los encuentran unas libertades en otras. Los tres participaron ayer en unas jornadas organizadas por el Grupo socialista en el Congreso sobre Ciudadanía que inauguró la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, quien se manifestó segura de que los centros actuarán de acuerdo con la ley.
La catedrática de Ética Victoria Camps calificó el debate sobre esta asignatura como "ridículo y absurdo" porque, a su juicio, hay un déficit de aprendizaje de valores que precisa formar a los alumnos "no en el relativismo moral ni en que acepten todas las opciones" sino en que las conozcan "para que puedan comparar entre las formas de vida aprendidas en la familia y otras".
La catedrática de Derecho Constitucional Paloma Biglino insistió en que la Constitución "no es neutral ni aséptica" cuando habla de educación.