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Mujeres: entre «Bunga Bungas», los «Pulcros» y las patriarcas

La semana que pasó nos dejó varias noticias con la mujer como protagonista. Algunas, dignas de reflexionar:

La primera: los insultos racistas de un senador ultraderechista italiano a Cécile Kyengeser, una ministra negra, removiendo las aguas estancadas del pantano del racismo de este país, “de moralidad decadente” diría Federico Fellini, que hoy entregaría la segunda parte de “Satiricón, con el título de “berlusconismo”: el peligro de individuos racistas, xenófobos, corruptos, mediocres y vulgares machistas incapaces de ver a una mujer, encima negra, en un puesto de mando, en lugar de hacer de “mama chicho” o frega-suelos. Mentalidad que refleja el temor de todas las versiones del fascismo, de que se resquebraje la milenaria estructura del patriarcado, sistema que garantiza los privilegios de unos sobre otras. Que pataleen…, ella ya ha ya ha hecho historia.

La segunda: en Pakistán «Tierra de los Pulcros», Arifa madre de dos hijos, fue lapidada por sus parientes en Punjab, ejecutando la sentencia de un tribunal tribal que le condenó a muerte por la tenencia de un móvil, sinónimo de ser adúltera…. Es una de miles de mujeres víctimas de “crímenes de honor”, es una modalidad peculiar que se diferencia de otras fórmulas de “asesinar mujeres”, por tres rasgos distintivos:

  • 1. Es de carácter sexual. Ella es acusada de prostitución, fornicación, o rebeldía ante la autoridad del hombre (como también indica la Biblia, Deuteronomio, 22:23-240).
  • 2. Es un castigo público o al menos debe de ser anunciado, para que la maldita honra manchada de los dueños de la mujer, sea restablecida
  • 3. Su brutalidad. Forma parte de la pedagogía del terror. Debe ser aleccionadora de cara a otras mujeres del grupo.
  • A pesar de que Pakistán es uno de los principales patrocinadores del extremismo terrorista, un país con bombas nucleares “ilegales”, y uno de las peores tierras para nacer mujer, el aliado estrecho de la OTAN sigue recibiendo miles de millones de ayuda militar y no es el blanco de los ataques de la prensa oficial en Occidente democrático.

La tercera: Espectáculo dantesco en la sede de la ONU, precedido por Ban Ki-moon, en homenaje a la niña pakistaní Malala Yousafzai, tiroteada por los Talibán. La adolescente, que en su discurso pidió a la ONU la “educación para todos los niños”, no sabía que éste mismo organismo, dominado por EEUU, durante los años 1991 hasta 2003 del embargo que impuso a Irak, entre los materiales que prohibía, se encontraban lápices papeles, lápices (¡pues, con su mina de grafito podrían fabricar armas de destrucción masiva!) y alimentos como leche en polvo. Unos 4.500 niños menores de cinco años morían cada mes de hambre y enfermedades generadas por el embargo. UNICEF informaba que la mitad de los más de 1.5 millones de personas que perecieron por esta guerra económica, eran niños. Y luego EEUU y sus aliados remataron al país moribundo en 2003, lazando toneladas de bombas, que de paso convertían en escombros a unas 10.000 escuelas. Decenas de miles de niños dejaron de asistir al colegio, no se sabe cuántos murieron por el impacto de las bombas, los misiles y sus consecuencias medioambientales (Ver: WikiLeaks reveals murder of Iraqi children by US troops).

La punta de iceberg de la preocupación de la ONU y de EEUU por democratizar Irak y salvar a sus niños, fue reflejada en la película Redactado: la violación de cinco marines a una niña, a la que luego mataron y prendieron fuego. El resto de los soldados se dedicaban a saquear museos o proteger las tuberías de Petróleo. Hoy, 6 millones de iraquíes son analfabetos, en un país que había recibido premios en la década de los 1980 por su lucha contra este mal, y tener uno de los mejores sistemas de educación de Oriente Próximo. Miles de colegios, de paredes y ventanas destrozadas, aun no tienen servicios de agua o sanidad.

Con el fin de disipar cualquier duda sobre la amistad de EEUU con Talibán, el grupo terrorista afgano-pakistaní, Joe Biden, vicepresidente de los EEUU dijo: “los talibanes no son nuestro enemigo per se. Eso es muy importante. No hay un solo pronunciamiento que haya hecho nunca el presidente en ninguna de nuestras manifestaciones públicas acerca de que el talibán sea nuestro enemigo”.

La principal diferencia entre las acciones de Talibán y de EEUU en aquella región es su capacidad tecnológica de destruir: unos matan a unos cuantos con métodos medievales y los otros a cientos con un solo mando a distancia dirigiendo el vuelo de un dron. Solo en 2012, 178 niños murieron por los ataques de esos aviones en Paquistán y Yemen, y ni en la ONU guardaron un minuto de silencio en su memoria. Al contrario de Malala, ellos no tienen nombre.

Los Talibán puede que no sean enemigos de EEUU, pero ambos lo son del progreso e igualdad, de paz y de justicia social. ¡Que Malaya no se convierta en otra Benazir Bhutto (por cierto, protectora de los Talibán-, sirviendo a los intereses ajenos en la zona!

La cuarta: En Dubai una joven noruega ha sido condenada a 16 meses de cárcel, tras presentar una denuncia por violación. Ha sido acusada de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio. Ella no sabía que en estas tierras, las mujeres nunca son víctimas, y la violación está definida como una relación sexual en la que la mujer, aglutinadora de fetne (el desorden), y la encarnación de tentaciones satánicas, es la responsable de provocar a los inocentes hombres, esos seres incapaces –por la voluntad divina- de contenerse y perder los estribos incluso viendo a un bulto moviéndose bajo un burka.

La quinta: En Egipto, la doctora Nawal El Saadawi, veterana luchadora por la democracia, ex presa política de la época de Anwar Sadat, criticaba en la plaza de Tahrir, al gobierno derrocado de Mursi por redactar una Constitución que legitimaba la desigualdad de los ciudadanos por su credo y su género: La mitad de los egipcios, o sea las mujeres, y los siete millones de coptos, quienes han dado su nombre al país “Aegyptos”. El gobierno de transición, impuesto por los militares, ha querido responder , de alguna manera, a estas críticas, y ha integrado, entre sus 33 miembros, tres mujeres, –sin velo-, para los ministerios de Información, medio ambiente y sanidad. También hay tres carteras para los coptos. Aunque paliar la situación denigrante de la mujer en Egipto requiere de políticas que no de mujeres decorativas, que acaben con el hambre, la ablación, el analfabetismo y malos tratos, que sufren millones de mujeres. Podían haber instaurado un ministerio de mujer, que elaborase un programa integral y estructural, aplicando políticas de igualdad, capaces de poner fin a la multidimensional violencia patriarcal, que menosprecia el potencial de la mujer y su papel en el progreso social.

La sexta: El Parlament de Catalunya regulará el uso del velo integral en los espacios públicos. Se trata de una prenda no religiosa, sino la bandera política de grupos extremistas wahabitas, y que no lo llevan las musulmanas de otras afinidades. A la prohibición se alega las razones de seguridad (como si no se pudiese transportar una bomba sin el velo), quizás para no herir los sentimientos de los jeques de Arabia Saudí y no estropear las relaciones económicas bilaterales.

Relacionar el cuerpo con la vergüenza y el pudro, aparece en las religiones monoteístas (Lo que une el burka con la reina). Quedan lejos cuando las figuras desnudas de las diosas, símbolos de la fertilidad, eran adoradas en todos los territorios del Próximo Oriente.

En los años 70, la lucha de mujeres, en Occidente, contra el control del sistema y de las tradiciones sobre su cuerpo y su vestimenta (determinada por el rol sexual que se le ha asignado desde hace siglos), les llevó a oponerse a la ropa ajustada, al maquillaje, e incluso a la depilación. A finales de los 90, el resultado de la reconciliación entre la feminidad y la libertad, se reflejó en la exhibición de cuerpos ligeros de ropa, incluido lo que era un verdadero tabú: el de las mujeres embarazadas, quienes hoy muestran su tripa con naturalidad y orgullo, sin provocar inundaciones y terremotos, como temían algunos sacerdotes.

La séptima: En Irán, el equipo del nuevo presidente, ayatolá Rohani, anuncia que levantará la prohibición a la entrada de las mujeres a los estadios, impuesta desde 1979. Será por el ultimátum de la FIFA y la campaña de “mujeres de pañuelos blancos” de las iraníes que se concentran frente a los campos de fútbol contra esta medida. La segregación espacial de las mujeres (en autobuses, escuelas, ascensores), nace de la mirada que las considera una bomba sexual de relojería, capaces de estallar las células del cuerpo masculino, y por ende poner patas arriba la paz social. ¿Por qué este caos no sucedía en los años 60 y 70 cuando ellas no solo asistían a los eventos deportivos y compartían bancos con los hombres, sino que también jugaban -¡en pantalones cortos! y en presencia de espectadores masculinos?

La octava: Nos enteramos, vía revista Spiegel, que las alemanas componen tan sólo el 19% de la directivas de las universidades, el 25% de estudiantes del doctorado, y menos del 10% de los apuntados en matemáticas o ingeniería. Vale…. es otro nivel de discriminación.

La última noticia es que aun la mayoría de los hombres piensan que éste no es su problema ni su lucha.

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