Eminencia Reverendísima, sus manifestaciones de ayer,leyéndole la cartilla al Gobierno de la Nación,exigen reformas urgentes en la Ley de interrupción voluntaria del embarazo y en la Ley de Matrimonio de los homosexuales, en coincidencia con la audiencia del Papa Franciscus al presidente Mariano Rajoy. Pareciera que más que un cardenal tuviéramos en su Eminencia un tutor como si fuéramos menores de edad. ¿Distinguirá alguna vez las sanciones que puede imponer a sus fieles de las que han de figurar para todos en el Código Penal? Quédese con el infierno y déjenos en paz.