Parlamentarias y colectivos de mujeres arremeten contra Sanz
Colectivos feministas y parlamentarias socialistas en el Congreso y el Senado censuraron ayer el sermón del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, en los actos del Día de Asturias, en Covadonga, en el que criticó la ley del aborto, del divorcio y al movimiento feminista en su defensa del modelo de familia tradicional. A ellos también se unió el coordinador de IU en Asturias, Jesús Iglesias, para quien el problema está en que si estamos en un Estado aconfesional las autoridades institucionales -presidente, delegado o alcaldes- no deberían estar presentes en los actos religiosos. En esta línea, también se manifestó la Asociación Asturias Laica para quien “el Día de Asturias no puede ni debe estar vinculado a una celebración religiosa ya que el Estado debe mantenerse neutral”.
Los ataques al modelo social del PSOE fue contestado desde el Congreso y el Senado por dos mujeres, mientras la FSA, su grupo parlamentario en la Junta o el Instituto de la Mujer del Principado prefirieron guardar silencio. Para la diputada socialista, Mariví Monteserín, las palabras del arzobispo reflejan su “profundo desconocimiento” de la realidad de Asturias que, dijo, es una de las regiones en las que “más y mejor” se trabaja por la familia. Enumeró la calidad de la sanidad pública, la mejor educación, la implantación del ciclo de 0 a 3 años, la aplicación de la ley de dependencia y añadió que es la que mejor está resolviendo la ley de interrupción voluntaria del embarazo, algo que es una “decisión de la mujer, que es autónoma y el Estado debe dar las mejores garantías”.
A juicio de la diputada, las palabras del arzobispo han sido “irreverentes e irrespetuosas” con el acto en el que se desarrolló, dentro del Día de Asturias, que lo que hace es “alejar a los asturianos de la institución católica con esos discursos retardarios”.
Para Monteserín, la Iglesia están extremando el discurso para llamar la atención sobre determinadas realidades y ocultar sus vergüenzas como puede ser la pederastia algo, que en su opinión, “sí requiere una reflexión del arzobispo”. Añadió que con ese mensaje que calificó de “retrógrado, excluyente y retardatario con las conquistas sociales” lo que Sanz está haciendo es “distorsionar la cultura cristiana asturiana” que, es dijo, “patrimonio de todos”.
Por su parte, la senadora Carmen Sanjurjo, señaló que la posición del arzobispo es “reiterativa”, algo que no pueden compartir y mostró todo su apoyo a las políticas y al modelo social desarrolladas por el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces en estos años.
Desde el movimiento feminista Les Comadres, de Gijón, su presidenta Begoña Piñero manifestó que escuchando al arzobispo lo que le venía a la cabeza era “todas las mujeres que sufrieron malos tratos y a las que la Iglesia recomendaba paciencia”. Defendió la necesidad de que la mujer sea dueña de su propia vida y de su propio cuerpo y arremetió contra un feminismo demagógico. “De demagogia nada, a lo largo de la historia el feminismo logró sacar a la luz los problemas de la mujer que no tenían respuesta”, afirmó.
Fundamentalismo “Intolerable, comparable a quemar el Corán en América y ejemplo del fundamentalismo de las religiones”, así calificó las palabras del arzobispo, Asun Naves, del colectivo Les Filanderes, de Langreo. Pero también censuró la presencia de autoridades en el acto siendo el Estado laico. “¿Qué hace allí un gobierno de izquierdas legalmente constituido escuchando y reaccionando de una forma tan débil e impasible?”, se preguntó.
También se interrogó sobre qué hubiera pasado si las feministas “con ese nivel de intolerancia y no respeto, criticamos a la Iglesia y temas que son intocables como la Memoria Histórica, la pederastia y el compromiso hacia las familias que están pasando por situaciones extremas?” D
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