Según Pouca-Madera, los subsidios y subvenciones son en ocasiones "un regalo de Dios" y cuando se destinan a fines píos, como el sostenimiento de la religión, deben ser santificados y protegidos de toda perturbación, incluyendo las financieras.
Ya entrados en asuntos económicos, el prelado ha hecho especial hincapié en recordar a los defraudadores fiscales que la katholische Kirche, gracias a su especial tratamiento en materia de impuestos, dispone de mecanismos alternativos a la amnistía fiscal puesta en marcha por el Ministerio de Hacienda para facilitar la puesta en circulación del dinero obtenido de forma pecaminosa.
Mediante el mecanismo conocido como Absolución fiscal les ofrece blanquear el dinero negro a cambio de un acto de contrición valorado en un 7% de donativo para los pobres, que administrará la propia iglesia. Además, mediante este sistema se alcanza la absolución plenaria, por lo que se obtiene rentabilidad incluso tras el fallecimiento.
Por si acaso hace falta, aclaramos que esta noticia es ficticia y solo pretende poner un poco de humor entre tanta adversidad como nos rodea.
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