Se van a cumplir 50 años de la muerte del dictador Franco, de la caída de sus 40 años de dictadura y de una de sus bases: el nacional catolicismo. Tres años después, se aprueba la Constitución, donde en el artículo 16.3 se establece que España es un Estado aconfesional.
Han pasado 45 años desde las elecciones municipales libres de 1979, y el alcalde Miguel Óscar Aparicio y su grupo socialista votan la propuesta del PP, apoyada por VOX, y con el voto negativo de Izquierda Unida, para declarar a la virgen local como “Patrona” de Azuqueca.
La Asociación Europa Laica denuncia este atropello en base a que, siendo de la opinión de que todo el mundo tiene el derecho a practicar la religión que quiera, no aprueba que “su” religión sea impuesta a los demás, como acaba de suceder. También defendemos que cada cual debe pagar sus creencias y no tengamos que ser el resto, a través de los impuestos, los que les sufraguen sus gastos.
De paso, también han hecho algo nuevo: que las fiestas sean en su honor. Si te tomas una cerveza, unos churros o echas un baile, desde este año será “en honor de la virgen”. Adiós a las “fiestas populares”, del pueblo trabajador, que bien se las merece en su propio honor. Como si no tuviéramos suficientes patronos y patronas en el trabajo durante toda nuestra vida laboral, para que nos pongan a estas alturas otra patrona, “espiritual”.
Una decisión increíble del grupo socialista, a la que ya se opuso en su día el alcalde Florentino Gª. Bonilla, ante el mismo intento de la UCD. Ya ha llovido desde entonces, pero con los votos del alcalde y su grupo, por sorpresa, nos imponen sus símbolos y su religión, que está, precisamente, en los impensables niveles más bajos de credibilidad de su historia.
Identificar las fiestas de todos con el catolicismo es quebrar la convivencia. El partido socialista se ha plegado a la epidemia reaccionaria que esta, poco a poco, infectando el país. Llamamos a que los vecinos protesten por estos despropósitos y exijan un ayuntamiento laico.
