El ministro Bolaños se reunió el 25 de febrero en Roma con el secretario de Estado Parolin para desbloquear una negociación, cerrada días después con el cardenal Cobo, y que establece que los benedictinos seguirán en el Valle y que la Iglesia participará en el concurso internacional para modificar parte del interior del templo, que no será desacralizado
“La Iglesia no puede quedarse fuera de la resignificación del Valle”. Este fue el consenso alcanzado por el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y el secretario de Estado, Pietro Parolin, durante una reunión que tuvo lugar el pasado 25 de febrero en el palacio de la Terzia Logia vaticana, y que sirvió para que Gobierno y Santa Sede rubricaran un acuerdo que permitió la salida del prior Cantera, la permanencia de los benedictinos en la basílica (que no será desacralizada) y la resignificación del complejo, que permitirá “intervenciones” en el vestíbulo, el atrio, la nave desocupada y la cúpula del templo.