Descargo de responsabilidad
Esta publicación expresa la posición de su autor o del medio del que la recolectamos, sin que suponga que el Observatorio del Laicismo o Europa Laica compartan lo expresado en la misma. Europa Laica expresa sus posiciones a través de sus:
El Observatorio recoge toda la documentación que detecta relacionada con el laicismo, independientemente de la posición o puntos de vista que refleje. Es parte de nuestra labor observar todos los debates y lo que se defiende por las diferentes partes que intervengan en los mismos.
A raíz de mi participación en el libro colectivo organizado por el Club Liber Cogitatio, y editado por Kermalcentral Magazine, titulado Librepensamiento. Reflexiones del Club Liber Cogitatio, una obra extensa con muchos colaboradores que abordan las distintas dimensiones de la cuestión, reflexioné sobre la vigencia de la defensa del pensamiento razonado y libre. Es evidente que este señor que les escribe es un firme partidario de estos debates y de que se plasmen en obras que puedan ser consultadas posteriormente.
Pero en estos días me he dado cuenta no sólo de la vigencia atemporal de estas cuestiones sino de la necesidad urgente de trabajar en favor del razonamiento, y en la lucha contra los prejuicios, así como, de la denuncia de los argumentos de autoridad, del dogmatismo y de los distintos negacionismos que nos asaltan. No hace muchos días un señor del que presumimos tiene una alta formación, y que ha desempeñado también altas responsabilidades políticas en nuestro país, nos dio en una de las sedes del poder legislativo y donde está representada la soberanía popular de este país, una lección contraria a la ciencia. No estamos hablando de los ámbitos donde triunfan los fundamentalistas islámicos o judíos, ni del mundo del creacionismo en Norteamérica, por ejemplo, sino de nuestro país, y ahora mismo. Es evidente que la libertad de expresión, esa que no gusta mucho, realmente a los sectores políticos en los que estaría este personaje, como demostraría la ley mordaza que, esperemos, desaparezca pronto, ampara que hasta en un lugar tan emblemático de las libertades y de los derechos, se puedan decir estas cosas. Pero…
Soy partidario de seguir amparando esa libertad de expresión, como soy firme partidario de que los librepensadores sigan trabajando con ahínco, debatiendo, escribiendo, opinando y publicando para que esas ideas contra la razón y la ciencia, en este caso, nos hagan regresar a los tiempos del Santo Oficio. El trabajo reaccionario en política que estamos padeciendo en Occidente no sólo se circunscribe a lo político o lo económico y hasta en lo social, sino también afecta al pensamiento.
Nuestro país no puede volver a épocas pasadas, y que explican nuestro secular atraso en la ciencia, la técnica y el pensamiento. Afortunadamente, unos días después de la cruzada reaccionaria, el Gobierno español aportó con la devolución del retrato del adolescente Giner de los Ríos un símbolo radicalmente contrario, propio de la España que nos gusta tanto, la del pensamiento libre, la de la pedagogía moderna, la del interés por enseñar a pensar que aquel hombre bueno, y la Institución Libre de Enseñanza, que puso en marcha, representan y que siguen inspirándonos. No lo duden, uno es un español de los de Giner y de los profesores y profesoras de la ILE, y no, ni mucho menos, de la oscuridad que algunos pretenden reeditar en la tribuna de la soberanía popular.