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¿Antisemitismo, islamofobia o crítica legítima? · por Xavier Rius Sant

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Coincidiendo año en el nuevo judío y el día del Yom Kipur, las entidades judías de Catalunya denunciaron que los judíos están sufriendo un antisemitismo como nunca hasta ahora habían visto. Se refieren a las manifestaciones y críticas que se realizan por la actuación del ejército israelí en Gaza, Cisjordania y Líbano. Unas acciones militares que duran ya un año y que no sólo han provocado la muerte de decenas de miles de civiles, sino también de sanitarios y periodistas, vulnerando reiteradamente Israel todas las convenciones sobre el derecho humanitario, atacando también a los cascos azules desplegados en Líbano.

Susana Alonso

Argumentan que quienes criticamos a Israel por su actuación desde el 7 de octubre no hemos condenado los secuestros y asesinatos perpetrados por Hamás ese día, afirmación de que en la mayoría de casos es falsa. Confunden la contextualización de las causas que motivaron aquella respuesta brutal de Hamás -tener dos millones de palestinos recluidos en la franja sin posibilidad de salir ni esperanza-, con defender la brutalidad de sus actos. Afirmar cómo digo que si no se da una propuesta viable de futuro de los palestinos que no sea quedarse encerrados en el gueto, es previsible que se subleven violentamente no es defender estas respuestas. Es sencillamente como hace un sociólogo, criminólogo, prever que esta respuesta en un momento u otro estallará.

Como periodista que viví los conflictos de los Balcanes, la sociedad israelí me recuerda a la serbia de los noventa. Los serbios ciertamente fueron masacrados varias veces hace unos siglos. La última vez en la Segunda Guerra Mundial a manos de los nazis alemanes y los ustachas croatas que exterminaron en el campo de de Jasenovac entre cincuenta y cien mil serbios y gitanos. Y cuando en Sarajevo o en Kosovo en los años noventa yo preguntaba a serbios partidarios de Milosevic por el brutal cerco que sufría la capital de Bosnia o por las matanzas de civiles, me respondían hablando de los antepasados ​​que hacía sesenta años o tres siglos habían sido masacrados. Lo mismo ocurre con Israel en que, como el niño que fue maltratado durante la infancia y que tiene dificultades para empatizar con los demás, cree que quienes le llevan la contraria de adulto son los mismos o la continuación de quienes le agredieron de niño. Y como ocurre desde la creación no consensuada del estado de Israel que se hizo desplazando a los habitantes de aquellas tierras, confunden la crítica a las políticas de Israel o incluso su legitimidad con la voluntad de destruirlos y aniquilarlos como hizo Hitler. Por eso considero que el término ‘antisemitismo’ que se utiliza para descalificar a quienes criticamos a Israel o sus políticas no es válido.

Otro término que también evito utilizar es el de ‘islamofobia’. Fobia es un temor irracional hacia algo. Se considera islamofobia el rechazo y hostilidad hacia las personas musulmanas u originarias de países de islámicos. Pero este término se está aplicando de forma genérica contra las personas que critican la regresión de derechos hacia las mujeres que se está dando en los países islámicos y cómo estos valores reaccionarios se están implantando también en Europa. En Cataluña se ha acusado de islamófobas a las escritoras Najat El Hachmi o la melillense Mimunt Hamido, que vivió muchos años que Girona, autora del libro «No nos taparán», que critican el silencio de las izquierdas hacia el islamismo que crece . Critican a unas izquierdas que se movilizan por un transexual de la otra punta del mundo, pero se niegan a reconocer el infierno que sufren muchas mujeres y muchas niñas en Cataluña y en Europa donde se les negó el derecho de ir sin velo, a no hacer ramadán o a emparejarse con un no musulmán, prohibido por el islam.

Paradigmático de estos tiempos en que te pueden acusar de islamófobo o antisemita, es el caso de la periodista francesa Zineb El Rhazoui, redactora de Charlie Hebdo, que al no estar en la redacción el 7 de enero de 2015 fue de los pocos redactores que sobrevivieron al atentado. Por su crítica al fanatismo islámico en noviembre de 2019 recibió el premio Simone-Veil Elles de Francia. Pero hace unos meses Valerie Pecresse, presidenta de la región de Isla de Francia, que es quien lo otorgó, le retiró el galardón por su postura crítica con la ocupación israelí de la Franja de Gaza y por las críticas a la respuesta a los ataques del 7 de octubre. Pecresse acusó a El Rhazoui de banalizar el Holocausto.

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