La negativa impide a las mujeres disponer de estructura jurídica para reivindicar la propiedad de los inmuebles y de los bienes de la comunidad religiosa que, según el Arzobispado, han dejado de pertenecerlas al ser excomulgadas
Las exmonjas clarisas de Belorado no querían saltar al vacío de la excomunión solo con lo puesto, sino que pretendían llevarse consigo todos los inmuebles y el patrimonio a nombre de la comunidad religiosa mediante su conversión en asociación civil. Sin embargo, el Ministerio del Interior les ha denegado su inscripción en el Registro oficial, según ha podido constatar este periódico de fuentes conocedoras del caso. Se frustra así la estrategia clave de Laura García de Viedma y sus seguidoras, que llevan ya tres meses y medio atrincheradas en el convento de La Bretonera en una situación cada día más insostenible y tratando de buscar vías alternativas de ingresos tras perder el control de sus cuentas, al nombrar el Vaticano al arzobispo Mario Iceta comisario pontificio.
Sin aparecer en ese registro resulta imposible obtener un número de identificación fiscal, NIF o CIF, que viene a ser como el DNI de una persona para cualquier asociación o fundación. Sin él, no se puede realizar ninguna operación fiscal legalmente ni operar con proveedores, puesto que cualquier factura que lo omita carece de validez para la Agencia Tributaria.
Las exreligiosas lanzaron en PayPal una colecta online a nombre de la Asociación Monasterio Santa Clara de Belorado que finalizó el 8 de agosto con apenas el 13% de su objetivo, 2.723 de los 20.000 euros a los que aspiraban, y 62 donantes, entre ellos Rodrigo Henrique Ribero da Silva, el nuevo falso obispo sedevacantista que supuestamente ha pasado a ocupar el puesto de asesor espiritual, después de que ‘invitaran’ a marcharse a Pablo Rojas y a José Ceacero, de la Pía Unión.