El Fondo Diocesano percibió el año pasado casi 1,2 millones de euros de la institución eclesiástica que funciona de manera independiente y en 2024 ha presupuestado una aportación extraordinaria de casi 1,6 millones de euros
El Obispado prevé un gasto menor en el pago de nóminas a sus religiosos pero un importante incremento en otros como las obras de rehabilitación
Sin las aportaciones extraordinarias del Cabildo al Fondo Diocesano, la Iglesia cordobesa cerraría sus ejercicios económicos con pérdidas. El año pasado, el Fondo Diocesano, que gestiona la economía del Obispado (en el que no están incluidos los colegios u otras entidades dependientes) cerró con un superávit de 578.703 euros. En total, el Fondo Diocesano gestionó unos ingresos de 11,43 millones de euros, frente a unos gastos de 10,86 millones, según la información publicada por el propio Obispado.
No obstante, este equilibrio presupuestario se alcanzó gracias a los ingresos extraordinarios procedentes del Cabildo, que a su vez los obtiene principalmente por la venta de entradas para la visita turística de la Mezquita Catedral. Según las cuentas del Obispado, el Cabildo entregó al Fondo Diocesano un total de 1,17 millones de euros durante el 2023. Estas partidas se desgranan en tres: 600.000 euros como ingreso corriente sin especificar, 72.400 euros para la sustentación del clero y 499.114 euros para la financiación de obras de rehabilitación a cargo del propio Obispado, según se desprende de las cuentas de la Diócesis.
El Cabildo también ha publicado sus cuentas, donde detalla que prácticamente todo el dinero que gestiona, que es el doble del que maneja el Obispado, procede de la explotación turística de la Mezquita Catedral. En 2023 obtuvo unos ingresos totales de 21,7 millones de euros. 2,2 millones de ingresos se obtuvieron por un concepto llamado ingreso financiero (inversiones), mientras que el resto fue por la explotación turística del principal monumento de Córdoba: 18,2 millones por la venta de entradas (cuyo precio ha vuelto a aumentar este año), 513.000 euros por la visita nocturna y 290.000 por la visita a la Torre Campanario. El resto se reparte entre cánones que se cobran a las audioguías. Solo hay 31.000 euros por colectas “diversas” y otros 30.000 euros de ingresos por fundaciones.
En las cuentas del Cabildo se detalla que el año pasado se destinaron 1,4 millones de euros a un concepto de “labor caritativa y apostólica”. No hay ningún asiento que detalle dónde se encuadran las transferencias al Fondo Diocesano del Obispado, aunque por la cantidad reflejada podría tratarse de este apunte. Las propias cuentas del Cabildo reflejan que cerraron el ejercicio con prácticamente siete millones de euros de beneficios.
Este jueves, el Obispado presentó también su presupuesto para el año 2024, donde prevé cerrar el año con un superávit de cerca de 840.000 euros. Para este ejercicio, el Fondo Diocesano contempla con un fuerte incremento de la ayuda que percibe anualmente del Cabildo, a pesar de que prevé un decrecimiento del gasto en nóminas para pagar a sus religiosos (muchos se jubilan). En concreto, las transferencias del Cabildo pasan de los casi 1,2 millones del 2023 a 1,58 millones de euros en 2024.
La partida que más crece es la transferencia directa, que se duplica. Así, de 600.000 euros pasa a 1,2 millones, según se refleja en el presupuesto del Fondo Diocesano. Se mantienen los 72.000 euros de ayudas para el mantenimiento del clero y se reducen las transferencias para el pago de obras, de medio millón del año pasado a 309.500 euros de este.
Mientras, el Obispado prevé una reducción de los gastos del clero, que pasan de 3,2 millones a 2,7 millones. Pero un incremento de los gastos en obras. Este año se invertirá medio millón de euros más en la rehabilitación de edificios de la iglesia en la provincia de Córdoba, según consta en su propio presupuesto.
Por otra parte, la principal fuente de ingresos de la Iglesia en la provincia de Córdoba sigue siendo la que procede de la Agencia Tributaria a través de las donaciones de los contribuyentes. En 2024 se prevén más de cinco millones de euros, frente a los 5,6 millones del año anterior. La diferencia está en el ingreso que hasta entonces se obtenía de la Seguridad Social del propio clero, no contemplado en el ejercicio actual.