La medida, que el Ejecutivo italiano quiere financiar con dinero de la UE, integra un paquete de medidas que reúne propuestas como que las embarazadas escuchen el latido del feto o contemplen una ecografía antes de tomar una decisión.
La primera ministra de Italia y líder de la formación ultraderechista Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, ha aprobado un paquete de enmiendas con miras a la recepción de los fondos europeos pospandemia en el que, entre otras medidas, se incluye la posibilidad de que las organizaciones antiabortistas puedan entrar en las clínicas donde las mujeres ponen fin a un embarazo.
Meloni pretende, además, financiar con los citados fondos el papel de las asociaciones provida durante este proceso. Así se extrae del texto de la enmienda que ha hecho público el medio italiano Quotidiano Sanità y que, según apunta, el Ejecutivo italiano tiene previsto garantizar a las regiones la posibilidad de implementar los fondos pospandemia para organizar servicios en los centros de consulta que pueden beneficiarse «sin nuevos o mayores cargos para las finanzas públicas» e «involucrar a sujetos del tercer sector que tengan una experiencia calificada en el apoyo a la maternidad«.
El plan, sin embargo, queda a la espera de pasar el trámite del Senado, donde la derecha cuenta con el apoyo suficiente. Se trata de una medida tan agresiva que, como recoge El País, ha cogido fuera de juego a los propios protagonistas: las asociaciones antiaborto. La medida forma parte de un paquete que contemplaba también propuestas como que las embarazadas escuchen el latido del feto o contemplen una ecografía antes de tomar una decisión definitiva.