Con el nuevo siglo, hace 23 años, el 3 de marzo de 2001 ocho personas, la mayoría docentes de Talavera de la Reina constituyeron la asociación española: Europa Laica, similar a una entidad francesa de similares características. Sus fines eran la defensa de la libertad de conciencia de las personas, de una en una y la laicidad de las instituciones del Estado, en la línea de la Ley francesa de 1905 (de separación de la iglesia y el Estado), de la Constitución Española de 1931 y de los art. 10.2, 16.2 y del primer párrafo del 16.3: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal” de la Constitución de 1978. Se tomó la decisión, porque desde 1978 el Estado español no había dado ningún paso a favor de laicidad de las instituciones públicas. Todo lo contrario, en 1979 se aprobó un Concordato, la religión continuaba dentro de la escuela, se aprobaron los conciertos con las escuelas católicas y el rancio nacional catolicismo seguía inmerso en las instituciones del Estado.
Se elaboró una Carta programática, que se ha ido adecuando en estos 23 años. Uno de sus principales impulsores y primer presidente fue el profesor Juan Fco. González Barón. Además de recoger planteamientos políticos e ideológicos de diversidad de intelectuales y fuentes laicistas, uno de sus valedores fue el diplomático Gonzalo Puente Ojea, que fue nombrado presidente de honor y en marzo de 2015 se le hizo un homenaje público.
Aunque en estos momentos me encuentro algo distanciado orgánicamente, me siento en la obligación de desarrollar este pequeño relato informativo, porque durante tres años fui vicepresidente, durante nueve años, presidente (2008-2017), a lo largo de tres, coordinador del Área de Educación y haber sido nombrado socio de honor, tras dejar la presidencia.
De la Carta Programática: “El principal objetivo de la asociación Europa Laica es lograr la laicidad del Estado y sus instituciones, entendida como el conjunto de condiciones jurídico-políticas y socioeconómicas adecuadas para el pleno desarrollo de la libertad de conciencia, como uno de los Derechos Humanos, y en coherencia con los demás derechos de la Declaración, especialmente los relativos a la libertad, la igualdad y la no discriminación. Esto implica la igualdad de derechos y deberes de toda la ciudadanía con independencia de las creencias y convicciones personales, y la ausencia de todo privilegio o discriminación, como principios fundamentales del Estado Democrático de Derecho, así como la independencia de ese Estado respecto de entidades particulares, tengan o no carácter religioso. En este sentido, la Asociación se enmarca en el laicismo como movimiento tendente a lograr esa laicidad en el marco global de la lucha por los Derechos Humanos…” (La Carta Programática completa se encuentra en la web: laicismo.org, así como sus estatutos, proyectos, historia y actividades.
Europa Laica se financia exclusivamente de las cuotas de sus socios y con pequeños donativos muy puntuales. No dependiendo de subvenciones públicas o privadas
A lo largo de estos 23 años se ha ido implantando en todo el Estado (a través de diversos grupos territoriales) e incorporando grupos o asociaciones como Andalucía Laica, Asturias Laica (fundada en 2010) y Albacete Laica (fundada en enero de 2001). Junto a MHUEL-Aragón (fundada en 2008), la Asociación Laica de Rivas Vaciamadrid, Cullera Laica, o Laikotasuna de Guipúzcoa, son las únicas entidades propiamente LAICISTAS del Estado. Se han venido mantenido relaciones fraternales con las anteriormente citadas y con organizaciones del librepensamiento, como la Asociación Internacional del Librepensamiento (AILP) y la Libre Pensée francesa, también con otras del ámbito ateo, con organizaciones humanistas, con cristianos de base por el laicismo y con logias masónicas. Hasta ahora siempre tratando de mantener una total independencia de la política partidaria. También Europa Laica se financia exclusivamente de las cuotas de sus socias y socios y con pequeños donativos muy puntuales. No dependiendo de subvenciones públicas o privadas.
Defendiendo un ideario intelectual republicano, Europa Laica ha dedicado un importante esfuerzo a promover un modelo de escuela pública, única y laica, formando parte -desde el primer momento- del proyecto unitario colectivo “Por una escuela pública y laica, religión fuera de la escuela”, promovido a finales del siglo XX, incluso coordinándolo varios años.
A lo largo de estos 23 años son muchos los proyectos, estudios, documentos, jornadas, escuelas de verano, edición de cuadernos y varios libros los que se han realizado. Destacando las Jornadas laicistas anuales, que se tratan de desarrollar en diferentes ciudades de todo el Estado; la Carta Europea de Laicidad que fue entregada a las instituciones y partidos políticos europeos en junio de 2015; la propuesta de Ley Orgánica de Libertad de Conciencia que data de 2009 (con posteriores adaptaciones), que fue registrada en el Congreso y trasladada a los diferentes grupos parlamentarios. En 2015 se promovió una Red de Municipios por un Estado Laico, por cierto con escaso éxito, así como diversidad de iniciativas legislativas, algunas de ellas en colaboración con plataformas diversas, como las de Educación Laica o la de la devolución al Estado de las inmatriculaciones hechas por la Iglesia católica desde 1946, cuyo trabajo comenzó Europa Laica hacia 2005 y, desde 2016, participando colectivamente de la Red Recuperando. Se ha venido elaborando un documento anual sobre Financiación y Opacidad de la Iglesia católica y otro sobre Análisis de la Memoria anual de la Conferencia Episcopal en materia económica. También se han desarrollado diversidad de cursos de formación online y presenciales.
Se han mantenido diversos contenciosos jurídico administrativos con instituciones, ha habido éxitos y fracasos, siempre en defensa de la laicidad de las instituciones públicas o de la libertad de conciencia individual. Se promovió en 2022 una Carta Escolar de laicidad y se ha venido difundiendo, desde 2015, un documento denominado “7 razones para no matricular a tu hija e hijo en religión”. Además se ha venido colaborando anualmente, con otras entidades, en la elaboración y difusión de un calendario científico escolar. En 2013 se estableció como “Día Internacional del laicismo y de la libertad de conciencia” el 9 de diciembre de cada año, fecha en la que se aprobaron, en 1905 la Ley francesa antes señalada y la Constitución laicista de la II República española, en 1931.
Europa Laica mantiene el «Observatorio del laicismo y de la laicidad» (laicismo.org) que es un muy valioso instrumento de estudios e información que se edita varias veces a la semana de forma digital y que es conocido y sirve de soporte a personas y entidades de todo el Planeta. También se emiten periódicos programas radiofónicos en directo, desde Sevilla, Córdoba y Valencia, posteriormente colgados en podcasts. Otros instrumentos son UNILAICA que se ocupa de promover una universidad laica, así como grupos específicos de estudio e investigación sobre educación, feminismo y juventud.
Los más importantes objetivos desde su fundación en 2001, viene fijado por el Plan de Acciones y Campañas que se ha venido adaptando a cada momento y circunstancia socio-política y que -en resumen- pretende concienciar a los poderes públicos de una defensa a ultranza de la libertad de conciencia individual, en clave de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Para ello hay que hacer una total separación de la iglesia del Estado, eliminando el segundo párrafo del artículo 16.3 de la Constitución y eliminando el punto 3 del artículo 27. Derogar los Acuerdos concordatarios de 1979 y los Acuerdos con otras religiones de 1992. Eliminar la casilla de la Declaración de la renta que sirve para la financiación de las diócesis de la Iglesia católica. Sacar la religión confesional de la escuela. Suprimir los capellanes en las fuerzas armadas, hospitales y cárceles, algo ancestral y nacional-católico. Eliminar los privilegios simbólicos, societarios, fiscales, de cesión de suelo, etc. y de cualquier otra naturaleza de los que disfruta la Iglesia católica y, también, cada vez más otras religiones y elaborar una Ley orgánica de Libertad de Conciencia en la línea político-legislativa de la Ley francesa de separación iglesia-Estado de 1905 y de la Constitución de la II República española.
No sólo no se han abordado estas cuestiones, sino que con gobernanza del PSOE en octubre de 2004, se creó la Fundación (público-privada) Pluralismo y Convivencia de claro matiz multi-religioso y esta mismo mes de febrero de 2024, con gobernanza PSOE-SUMAR se ha creado la Dirección General de Libertad Religiosa, dando un mayor rango institucional, con un claro propósito de aumentar la multi confesionalidad del Estado español.
En la línea de una acelerada y cada vez mayor privatización de los servicios públicos, se viene agrandando, año tras año y con diferentes gobernanzas, la educación privada esencialmente religiosa, desde la infantil a la universidad y los servicios sociales se ceden, casi al cien por cien, a la enorme “industria de la caridad”, que controlan las entidades religiosas, especialmente la Iglesia católica.
Para finalizar, expresar mi opinión personal de que Europa Laica ha pasado por dos etapas: Una primera de estabilización, más o menos, hasta el año 2010, una segunda etapa aproximadamente hasta el XX aniversario de un fuerte crecimiento y consolidación y a partir de 2022, tras la pandemia covid19, debería de haber comenzado otra nueva etapa, donde la asociación tendría que repensar su papel y su futuro de asentamiento democrático interno y de análisis, estudios y proyección pública, habida cuenta de que su inicial proyecto político no ha sido, hasta ahora, tenido en cuenta por las fuerzas políticas, y aunque el poso intelectual y revulsivo social siga latente, los intereses y la forma de organizarse del tejido social está evolucionando enormemente.
La “derecha” política española en su ADN lleva impreso un cierto vetusto nacionalcatolicismo histórico, ajeno totalmente a un deseable liberalismo laico. Pero las fuerzas de “izquierda” (ahora autodenominadas como progresistas) de ámbito estatal y las diversas nacionalistas, ninguna -hasta ahora y en la práctica- han querido “saber nada” de la separación iglesia-Estado. A pesar de haber gobernado 2/3 del tiempo desde 1982, hasta 2023, han mantenido los mismos privilegios religiosos arcaicos del pasado. Tan sólo se han dado algunos pasos en la línea de la libertad de conciencia, como fue en su día la ley del divorcio, en la igualdad de derechos de género, los avances relacionados con los derechos del colectivo LGTBI+, la ley de interrupción voluntaria del embarazo o la muy garantista y reciente Ley de Eutanasia. Todo ello en el ámbito de una sociedad española altamente secularizada, donde los matrimonios civiles, por ejemplo superan con creces a los religiosos y las personas que se consideran creyentes practicantes habituales de las diferentes religiones no pasan de un tercio de la población.
Los avances institucionales en materia de laicidad con los actuales “mimbres políticos progresistas” son poco halagüeños, más bien nulos. Por ello, aun con el cansancio que ello produce, ahí debería de seguir Europa Laica liderando un proyecto político laicista, republicano, feminista, internacionalista e independiente de cualquier ámbito político partidario, aunque adecuándose a una nueva situación socio-política, generacional y tecnológica, muy diferente a la que había en 2001.
Francisco Delgado, expresidente de Europa Laica.