La obra de María Muñoz, estudiante de la Universidad de Granada, forma parte de la muestra A la calle y ahora se expone en la Escuela Superior de Arquitectura
La Virgen de la Rave o la Virgen del Tribal. Son las dos denominaciones con las que la joven artista cordobesa María Muñoz se refiere a la escultura de una Dolorosa se exhibe en la Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad de Granada, en el corazón del Realejo. No era el sitio previsto inicialmente para exponer la pieza, que forma parte de la muestra A la calle.
María Muñoz instaló este pasado jueves por la mañana su obra en el patio del Ayuntamiento de Granada. Unas quejas sobre la obra motivaron que un trabajador municipal se pusiera en contacto con las personas comisarias de la muestra y se decidiera colocar a la Virgen de la Rave debajo de la escalera del patio del Consistorio.
«Me llamaron para ver qué podíamos hacer», cuenta la artista, que cursa su cuarto año en Bellas Artes. «No queremos polémicas ni resultar hirientes», resume la joven, que acordó el traslado de la pieza a un edificio de la UGR. Tras barajar varias opciones, la Virgen se instaló en Arquitectura. «El patio es precioso, ha favorecido» a la escultura, añade la estudiante sobre el nuevo espacio al que se ha asignado la escultura.
María Muñoz, natural de la localidad cordobesa de Montilla, explica que su familia es creyente y ella ha sido educada en la tradición católica. Su propuesta nace de su interés por el folclore andaluz, un «rasgo» cultural sobre el que, añade, ha querido investigar en su obra. Así, utilizó su propia cara y manos para la talla religiosa que se expone en Arquitectura. Estudió con un carpintero la realización de la pieza. Cosió ella misma cada una de las piezas de tela de la obra. Todo con su reinterpretación, en la que ha buscado ahondar en las raíces de lo tradicional y el lenguaje de lo contemporáneo.
«Pensé en qué tipo de imagen saldría a la calle con una saeta como la del Santo Ruido», obra del grupo Parkineos. Buscó inspiración en las vírgenes de su barrio en Montilla, la de la Estrella y la de la Aurora. «Trabajé con un carpintero para entender cómo se hace una virgen», añade, para reivindicar la investigación sobre lo artesano que supone su pieza.
La muestra A la calle es la primera para esta joven artista. Sobre la decisión de trasladar la imagen por las quejas cuenta que «me dio bastante impresión» y reseña que «cada uno vive su religiosidad» a su manera. El maquillaje del rostro, con unas llamativas estrellitas, es un guiño a la estética dosmilera, pero indica que se trata de un trabajo «tradicional». «Amigos míos y gente que está en hermandades me han dicho que es preciosa».
Sobre la polémica María Muñoz reivindica que el arte está también para «generar reacciones». Además, agradeció la reacción y el apoyo dado desde su Facultad y el equipo que comisaria la muestra. «Me he sentido muy arropada».