Vox presentó una moción en el Ayuntamiento de Zaragoza el pasado 12 de diciembre que tiene como principal objetivo subvencionar con dinero público a asociaciones que se oponen al derecho de las mujeres a interrumpir su embarazo como Red Madre o Fundación Ainkaren a través de convenios de colaboración. La moción salió adelante con el PP, sus socios en el gobierno municipal, juntando un total de 19 votos a favor. PSOE y Zaragoza en Común votaron en contra, con un total de 11 votos.
La moción, tal y como se deduce de su propio texto, busca declarar Zaragoza como «Ciudad por la Vida» e incluye, en uno de sus puntos, «organizar en los salones de actos de los Centros Cívicos y Culturales, y en los centros públicos municipales charlas a favor de la protección de la maternidad y la vida», de lo que se deduce que pretenden extender la visión ultraconservadora sobre la familia incluso en colegios e institutos.
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En el tercer punto de la propuesta, piden la creación de «un servicio permanente de información y asesoramiento para mujeres embarazadas» para «tener información detallada y objetiva sobre las secuelas psicológicas de perder a un bebé» así como un «asesoramiento continuo durante el embarazo y el parto, para dar todas las opciones posibles para que su bebé pueda nacer». Es decir, han aprobado desarrollar con dinero público un servicio para desincentivar el aborto.
Aunque en el cuarto punto aprueban también ofrecer ayuda en caso de que un bebé vaya a nacer con algún tipo de «discapacidad» o con «síndrome de Down», la orientación en su conjunto de toda la propuesta está orientada a restringir el derecho de las mujeres a interrumpir su embarazo, empleando argumentos y datos sesgados y acientíficos sobre lo que supone un aborto voluntario.
Esto se desprende de la exposición de motivos de la moción, donde se indica que «la sociedad española vive en una deriva ideológica que pone en riego los valores que deben de regir una sociedad sana y evolucionada, como son el respeto a la vida en todos y cada uno de sus estadios», una afirmación que cuestiona directamente el derecho de las mujeres al aborto, calificándolo de involución.
La moción continúa diciendo que «es Navidad y nuestra tradición cristiana nos empuja a ayudar y a proteger a los más débiles e indefensos. No hay nadie más inocente que un bebé y, sobre todo, aquellos bebés que todavía no han nacido», reflejando que son los valores religiosos cristianos los que, a pesar de estar en un estado aconfesional, están empujando y sosteniendo la moción.
Vox y los ‘chiringuitos’ antiabortistas
No obstante, el revestimiento discursivo de la propuesta se concreta en una medida polémica que se puede leer en el sexto y último acuerdo de la propuesta: «fomentar y promover los Convenios de Colaboración con Fundaciones que abogan y luchan por la vida como la Fundación Ainkaren, Red Madre u otras cuyo objeto social sea precisamente éste, el de defender la vida de los niños no nacidos».
Vox, que en multitud de ocasiones ha criticado que se otorgue dinero público a «chiringuitos ideológicos», propone precisamente subvencionar asociaciones y organizaciones con un claro sesgo ideológico hacia posturas ultraconservadoras que defiende el partido de extrema derecha. Y no es la primera vez: Vox ha apoyado que el gobierno de Andalucía otorgue hasta 700.000 euros públicos a asociaciones como Red Madre, asociación con quien el Ayuntamiento de Zaragoza ya firmó un convenio en 2021 por valor de 30.000 euros mientras eliminaba 200 puestos de empleo públicos dedicados a la inserción social. En otras ciudades, como Córdoba o en Toledo, donde además la presidió una concejala de Vox, también se han firmado convenios similares.
La fundación Red Madre, apoyada por Vox y por PP y puesta de ejemplo por su asesoramiento a familias en cuestión del aborto y que entre sus patronos están el ex ministro Alberto Ruíz Gallardón (que propuso una polémica ley contra el aborto y que tuvo que retirar) o Adolfo Suárez de Illana, ha sido polémica por su postura radicalmente en contra de este derecho. Ni siquiera están a favor de la ley de supuestos del año 1985 y en su sitio web incluyen afirmaciones inexactas sobre el aborto con el objetivo de infundir miedo y desincentivar sobre este proceso.
La respuesta de los grupos políticos de la oposición ha sido contundente al respecto. «Siguen un principio profundamente patriarcal, al estilo de ‘El cuento de la criada», ha dicho Elena Tomás, de Zaragoza en Común, mientras que Francisco Galán, del grupo socialista, ha calificado la moción de «profundamente machista».
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«Lo visten de paternalismo, pero lo que hacen es negar y dudar, una y otra vez, sobre la capacidad de las mujeres para decidir», ha comenzado Elena Tomás. «Esta moción está llena de ideología, vestida de apoyo, porque plantea recursos de apoyo.», ha continuado.
«Pero el foco está en otro sitio, en recuperar esos valores que dicen se están perdiendo para que la mujer cumpla el papel que, según ustedes, dios nos ha asignado: parir con dolor y criar. Todo lo que proponen va en la línea de aleccionar. Pero no se queda ahí, porque lo de la crianza es cosa de mujeres, y así lo dejan claro en el punto 5 de la moción, ‘ayudas para madres con hijos con discapacidad’. Les parece tan natural que ni siquiera lo esconden, porque en su modelo la paternidad ni está ni se le espera.», ha seguido, para finalizar: «Desde el feminismo no queremos caridad, nosotras luchamos por una vida digna para todos y para todas en todo el mundo. Lo contrario a su ideología, que siempre defiende a los poderosos y ahonda en las desigualdades allí donde están».
Desde el PSOE no se han quedado atrás. «Pero, ¿de verdad era necesaria esta moción?», ha comenzado. «Lo único que entiendo de esta moción es que han querido poner un olorcillo a Nenuco para que se nos ablanden los corazones y no pongamos encima de la mesa lo que de verdad están proponiendo, una moción violenta y profundamente machista. Huele a rancio y a naftalina. Que planteen que el problema de la despoblación está relacionado con el nivel de abortos es estar en Las Batuecas, no en Atapuerca. Las asistentas sociales que estamos en este pleno, entre las que me encuentro como trabajador social, tenemos muy claro que los derechos no tienen que ver con el Auxilio Social de los años 50″, ha añadido durante su intervención en el pleno.
«Deberían de dejar de mancillar la condición de la igualdad, la condición de la familia, la condición de la mujer y el derecho que tiene a la salud, y no lo mezclen con otras cuestiones ranciamente ideológicas», ha zanjado.
La propuesta ha traspasado las puertas del consistorio para trasladarse a las calles, donde la Coordinadora de Organizaciones Feministas convocó una concentración de protesta frente al ayuntamiento «para defender los derechos de las mujeres a decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas».
