Omella critica el rigor del sondeo de GAD3 y dice que “permanece intacta” su estima hacia todos los curas y religiosos: “Nos resulta imposible confiar en la veracidad de tales resultados”
Los obispos españoles se niegan a asumir los resultados del informe del Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, sobre pederastia en la Iglesia, conocido el pasado 27 de octubre, y que en una encuesta estimaba que un 1,13% de la población ha sufrido abusos en ámbito eclesiástico. Es un porcentaje equivalente a unas 440.000 personas, según los cálculos de EL PAÍS y otros medios, una cifra que no está en el informe, pues el Defensor prefirió no hacer extrapolaciones. El cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal (CEE), no solo ha vuelto a acusar a los periodistas de “difamación” por un dato que considera “exorbitante”, sino que ha atacado el propio sondeo: “Expresamos nuestra intensa decepción por la citada extrapolación y por la dudosa fiabilidad de los resultados presentados de dicha encuesta. (…) Hemos revisado la información sobre la referida encuesta que aporta el Defensor del Pueblo en su informe y, francamente, nos resulta imposible confiar en la veracidad y fiabilidad de tales resultados”, ha asegurado este lunes en su discurso de apertura de la asamblea plenaria de la institución. Durante esta semana, los prelados españoles analizarán el informe de la auditoría que en 2022 encargaron al bufete Cremades & Calvo-Sotelo y que recibieron este fin de semana tras meses de retraso. La relación con el despacho se ha tornado tensa tras la filtración de un borrador no autorizado por un miembro de su equipo y también por el ultimátum que la CEE le dio a Cremades el mes pasado para que le entregara el informe.