El presidente francés, Emmanuel Macron, ha advertido este martes en Tirana (Albania) del «retorno del terrorismo islamista». «Todos los Estados europeos son vulnerables (…). En las democracias, siempre hay individuos que en un momento dado están dispuestos a cometer lo peor», ha declarado el dirigente centrista durante la cumbre UE-Balcanes Occidentales. «Jamás habrá en un Estado de derecho el riesgo cero», ha añadido, después del atentado del lunes en Bruselas, en que murieron dos aficionados suecos, y cuatro días después del asesinato por un joven yihadista del profesor Dominique Bernard en Arras, al norte de Francia.
Macron hizo estas declaraciones tras ser preguntado en una rueda de prensa sobre los posibles errores de las fuerzas de seguridad en el ataque contra un instituto público en Arras. Casi una semana después del ataque de Hamás y la nueva escalada en el conflicto palestino-israelí, ese atentado comportó que Francia elevara al máximo su nivel de alerta antiterrorista. La derecha republicana y la ultraderecha de Marine Le Pen han criticado duramente estos últimos días al Ejecutivo macronista, puesto que el autor de ese ataque estaba fichado y vigilado por radicalismo islámico. Y la policía lo había interrogado la víspera de que pasara a la acción.
Juró lealtad al Estado Islámico
Antes de cometer ese atroz asesinato, Mohammed M., de 20 años y exalumno del centro, juró lealtad al Estado Islámico en un vídeo, indicaron este martes fuentes cercanas a la investigación. En esas imágenes, de unos 30 segundos y grabadas poco antes del acuchillamiento, ese joven yihadista —nacido en el Cáucaso ruso, pero que ha pasado la mayor parte de su vida en el país vecino— expresó «su odio hacia Francia, los franceses, la democracia y la educación de la que se benefició en nuestro país», indicó el fiscal de la República, Jean-François Ricard.
En las imágenes, también se solidarizó con los musulmanes de Irak, Asia y Palestina. Pero no hizo ninguna mención directa a la guerra de Gaza y la nueva escalada en el conflicto palestino-israelí, precisó Ricard. La justicia imputará este martes por la tarde al joven yihadista por su ataque contra el instituto Gambetta, en que también resultaron heridos otros tres trabajadores del centro. También deben comparecer ante los magistrados dos supuestos cómplices: su hermano pequeño, de 17 años, al que arrestaron cerca de otro instituto, y un primo.
Temor de repercusiones por la guerra en Gaza
Desde el brutal atentado de Hamás el 7 de octubre, las autoridades galas detectaron unos 200 actos antisemitas en Francia, donde vive la comunidad judía más numerosa en Europa (unos 600.000 integrantes). Este ambiente crispado también se ha visto reflejado con acciones racistas contra personas musulmanas. El Gobierno francés teme que la guerra de Gaza tenga unas repercusiones parecidas a las de la Segunda Intifada (en el 2000). Por consiguiente, ha multiplicado las reuniones en materia de seguridad y no para de comunicar sobre esta cuestión.
En este escenario ya han tenido lugar varios deslices comunicativos por parte de los dirigentes franceses. Por ejemplo, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, aseguró el viernes que «por desgracia, hay un vínculo» entre el atentado en Arras y el conflicto palestino-israelí. De momento, sin embargo, las pruebas apuntan a una correlación mucho más difusa de lo insinuado en un principio por Darmanin. El mismo Macron dijo ese mismo día que habían desmantelado otro atentado, además del que sucedió en el norte de Francia. Pero en realidad se refería a un hombre al que detuvieron por llevar un cuchillo en el bolsillo. Unos hechos que no fueron investigados por la fiscalía antiterrorista.