A pesar de la reforma del Código Penal que prohíbe los “actos molestos, intimidatorios y ofensivos”, abogados penalistas explican que orar de manera pacífica no se puede encajar en ese cambio legal
Nueve personas de edades variopintas rezan con murmullos un misterio del rosario en una calle del madrileño distrito de Tetuán. En la acera de enfrente, a menos de 10 metros, se encuentra la puerta de acceso a la clínica abortista Dator, pionera en España. Se pasan el libro de mano en mano mientras una sostiene una pancarta en la que se puede leer “No estás sola, podemos ayudarte”. Forman parte de la asociación antiaborto 40 días por la vida, que a finales de septiembre empezó una nueva campaña para rezar delante de estas clínicas. Pasadas las siete de la tarde, un hombre cargado con dos bolsas de la compra se detiene frente a ellos: