Nuestro editor, Eduardo Montagut, sigue en su empeño por plantear distintos temas en el tiempo de la Historia, y especialmente, de la española a través de la colección de Guíaburros de Editatum. En este otoño nos sorprende con el título, Las relaciones Iglesia-Estado en España. Del Antiguo Régimen a la Dictadura de Franco.
El libro pretendería ofrecer algunas claves para entender la relación entre la Iglesia Católica y el Estado en España entre la época moderna y la contemporánea, terminando en el franquismo.
Estaríamos hablando de uno de los grandes temas de la Historia en España, dada la importancia de la Iglesia en la misma, como un poder religioso, político, económico, social, cultural, moral y educativo claramente dominante o presente constantemente en la época moderna, aunque también es cierto que la Monarquía absoluta, y manifestándose claramente como católica, siempre quiso, tanto la de los Austrias, pero sobre todo la de los Borbones poner límites al menos en lo político e intentar, sobre todo, sacar algún rendimiento de las rentas eclesiásticas para la tan siempre necesitada Hacienda real.
Las relaciones se complicaron especialmente con la llegada de la Revolución liberal que, por muy moderada que ésta pudiera caracterizarse en España, planteó cuestiones que no eran del agrado de la Iglesia, que intentaría conservar parcelas de dominio y preeminencia, cuando no mantener la exclusividad religiosa en el país ante las resistencias ideológicas, políticas y hasta sociales que trajo consigo el cambio de época. Las distintas Administraciones de la Edad contemporánea, por su parte, bascularían entre el acuerdo, los intentos más o menos tímidos de reformas en las relaciones bilaterales, y la defensa de planteamientos de radical separación en favor de políticas laicas y secularizadoras. El culmen, como es sabido, sería la Segunda República, un período al que el autor dedica un capítulo extenso.
Al final de este recorrido, es decir, en el franquismo, se llegaría a una etapa más compleja de lo que se considera tradicionalmente, porque, aunque estaríamos ante un sistema político que se autocalificó de nacionalcatólico, terminaron por generarse nuevas tensiones en un mundo cambiante, especialmente a partir de los sesenta, que provocarían que la estrecha alianza inicial entre ambos poderes terminara por casi quebrarse.
El autor también considera importante para entender las relaciones institucionales entre ambos poderes la necesidad de estudiar el pensamiento y la dimensión social de las cuestiones religiosas, especialmente en la época contemporánea, y tanto desde el punto de vista de los católicos, como del anticlericalismo diverso.