La mujer detenida el pasado martes en Vitoria por adoctrinar en el yihadismo a sus hijos planeaba trasladarse a una «zona de conflicto». La mujer, que fue detenida en un piso de alquiler del barrio de Zabalgana, había realizado «acciones previas» para poder desplazarse a alguno de los bastiones que están en mano de los radicales religiosos en oriente medio, según la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
Verónica R. (nombre pseudonimizado), una española convertida al islam, vestía un niqab que sólo permitía verle los ojos en el momento de su detención por parte de la Guardia Civil. Según los investigadores, había realizado el juramento de lealtad al Daesh. Está acusada de distintos delitos de terrorismo, como adoctrinamiento, enalteciminto y captación. Las acciones, según la Benemérita, las llevaba a cabo a través de internet y las redes sociales con difusión de vídeos en varios idiomas.
«Se ha podido acreditar que las actividades que realizaba en sus perfiles estaban planificadas para ganar adeptos para lograr un apoyo real y efectivo al Daesh. También se ha comprobado que buscaba una mayor difusión realizando las publicaciones en varios idiomas como español, árabe, inglés y ruso. La detenida no solo mostraba su defensa del grupo terrorista, sino que también se enorgullecía de educar a sus hijos menores de edad en los postulados más violentos de Daesh y su convicción de unirlos a la organización», señala la Guardia Civil.
Muchos de sus objetivos eran menores, entre los que estaban sus propios hijos menores de edad. Los agentes antiterrorismo se hicieron con diverso material en el piso que se está analizando en estos momentos. La detenida, de 39 años, editaba muchas de estas publicaciones utilizando herramientas de vídeo propias del yihadismo y propaganda de difusión de Daesh.
La Fiscalía ha pedido la prisión provisional comunicada y sin fianza para R. Además, ha solicitado que se le quite la potestad de sus cuatro hijos menores y que se adopten medidas de protección de los mismos.
Mujeres yihadistas
El caso de Verónica R., recuerda al de Yolanda Martínez y Luna Fernández. Ambas sí llegaron a dar el paso y se desplazaron hace años a Siria con sus maridos, que se terminaron convirtiendo en guerreros del Califato del ISIS. Allí, según declararon en la Audiencia Nacional, se dedicaron a tareas del hogar y al cuidado de sus hijos. En enero de este año fueron repatriadas, junto a 14 menores -algunos de ellas y otros de matrimonios amigos de los que se hicieron cargo-. Están acusadas de varios delitos terroristas y por el momento pasan sus días en la cárcel de Estremera.
En la cárcel «pasan desapercividas», «no dan problemas» y no han tenido partes disciplinarios. Están separadas en distintos modulos, el 9 y el 16, y los fines de semana reciben las visitas puntuales de sus familiares, quienes pretenden quedarse con la potestad de sus hijos.
Más de 20 detenidos este año
Según los datos actualizados del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET), en lo que va de 2023, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en colaboración con el Centro Nacional de Inteligencia, han llevado a cabo 18 operaciones antiyihadistas. Han sido 21 los detenidos.
El martes pasado, en paralelo a la detención de Verónica R., agentes de la Policía Nacional detuvieron Briviesca (Burgos) a un individuo por su presunta participación en delitos de autoadoctrinamiento con propósito terrorista, adoctrinamiento a terceros y enaltecimiento del terrorismo. Los investigadores constataron como esta persona habría sufrido un fuerte proceso de radicalización, manifestando abiertamente su intención de «hacer la Yihad» en España o en el extranjero.
La investigación, que comenzó a principios de este año, dejó patente el avanzado estado de radicalización del detenido, que visualizaba -de forma masiva- gran cantidad de material extremamente violento y de enaltecimiento terrorista. Además, habría intentado captar a otros usuarios a los que adoctrinaba –a través de las redes sociales- en las tesis yihadistas, mostrándoles vídeos de productoras afines a DAESH que incluían decapitaciones y ejecuciones individuales y en grupo.