El Ayuntamiento de Cádiz crea nuevas capillas. Una en el mareógrafo de La Caleta y otra en una garita de la muralla de San Carlos, faltan 16 transformaciones más en distintas garitas y escaragüitas de las históricas murallas, según el proyecto de un lobby religioso, parece que asumido tanto por el Ayuntamiento actual como de la anterior corporación.
En pleno siglo XXI en Cádiz se imponen símbolos religiosos en el espacio público a toda la ciudadanía, abusando, descaradamente, de la aconfesionalidad que impone la Constitución Española.
En una sociedad heterogénea estas estatuas católicas serán muy venerables para una parte de las gaditanas, pero también representan la imposición confesional para otra buena parte. Además, se pervierte el conocimiento del histórico uso defensivo de este importante monumento de la ciudad, como relevantes especialistas han señalado.
Éste es un ejemplo claro de cómo una minoría totalitaria, y muy motivada, puede someter a la mayoría de la ciudadanía, pusilánime, a través de sus representantes políticos.
Desde Europa Laica-Cádiz hemos cursado petición formal de información para conocer todos los detalles de los que deriva este abuso. La legalidad es aconfesional-neutral y basada en el respeto a las diferentes (no) creencias de la ciudadanía, esperamos que los responsables culturales de superiores instancias puedan corregir esta aberración en la conservación e interpretación histórica del mareógrafo y las murallas de Cádiz.