La institución hace públicos los expedientes de las comisiones de depuración que entre 1936 y 1939 acordaron la destitución de decenas de catedráticos, profesores y personal, y el fusilamiento de un docente de Medicina.
«Sujeto incalificable. Izquierdista contumaz». «Alardea de darwinismo. Es un pobre hombre». Con este tipo de calificativos el franquismo depuró a decenas de catedráticos, profesores y otros trabajadores de la Universidad de Sevilla y de los centros educativos que de ella dependían, tal como muestran los expedientes registrados de 1936 a 1939 que ha hecho públicos la institución hispalense.
Los expedientes eran instruidos por las llamadas Comisiones de Depuración creadas por el régimen militar golpista contra la Segunda República, que en el caso de Sevilla dirigía el teniente general Gonzalo Queipo de Llano, responsable de la ejecución de miles de personas tras haber tomado la ciudad en el comienzo de la Guerra Civil.