Compañeros de profesión y amigos le han dado el último adiós al reportero siguiendo sus últimos deseos: tener una despedida multitudinaria donde las flores y el humor estuviesen presentes.
Cientos de personas se han despedido este viernes del del corresponsal de guerra y escritor Ramón Lobo, que ha sido incinerado en el cementerio de la Almudena en Madrid. Y lo han hecho como él quería: con un funeral ‘divertido’ que ha servido de homenaje a personalidades que él admiraba, como Carmen de Burgos, Pérez Galdós, Pío Baroja o Almudena Grandes. Sus amigos y lectores, dirigidos por la periodista Nieves Concostrina, han recorrido el cementerio civil con rosas y claveles entre las manos en una «procesión muy laica» -ha comentado la también escritora- en la que han dejado flores en las tumbas de los personajes que él siguió.