Su ideología, incluso el simple vínculo con personas poco afectas con el nuevo régimen, y su actitud ante la religiosidad fueron los principales ‘motivos’ por los que centenares de educadores fueron sancionados en Nafarroa durante el franquismo. Así lo recoge un libro publicado por el Gobierno.
El magisterio navarro sufrió durante la guerra del 36 y la dictadura un proceso de depuración en el que su ideología y su actitud ante la religiosidad eran ‘motivos’ suficientes para que los docentes fueran sancionados, hasta el punto de ser apartados de la enseñanza, según se recoge en un libro editado por el Instituto Navarro de la Memoria.