Las autoridades recrudecen la represión contra las iraníes que desobedecen la ley del hiyab a dos meses del aniversario del inicio de las protestas contra el régimen
La sala 401 del tribunal de Varamin, una ciudad en la provincia de Teherán, condenó el 17 de julio a una mujer a elegir entre la cárcel o pasar un mes lavando los cadáveres —un ritual que incluye los genitales y la zona anal— en el mayor cementerio de Irán: el Behesht-e Zahra de la capital. El “delito” que le valió esta condena fue haber conducido su coche sin llevar velo, según medios iraníes en el exilio y activistas que han difundido una copia del veredicto en redes sociales. Otro tribunal, también de Teherán, condenó hace días por el mismo motivo a una médica a limpiar el Ministerio de Interior durante 270 horas si no quería pasar dos meses en prisión.