La participación en la bendición de las aguas por San Pedro es una de las manifestaciones más claras, aunque no la única, de lo que pretende la ordenanza de laicidad: unas directrices sobre la participación de los cargos públicos y actos claramente religiosos. No tiene capacidad sancionadora, y solo dejar por escrito lo que pudiera parecer obvio. El caso es que todos los candidatos -excepto IU y Podemos- dijeron que acudirían a ceremonias católicas de ese tipo si eran invitados. Este mandato tampoco acudió el PSOE. Otra ordenanza que sí proseguirá su tramitación -coinciden Foro y PP- es la de igualdad, cuya aprobación inicial tuvo lugar hace unas semanas.
La ARMH exige al Gobierno que sancione a la Iglesia por celebrar misas en honor de Franco
«Enaltecer a un dictador que osquestó el asesinato, la desaparición y el sufrimiento de cientos de miles de…