El presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, cita a Juan Pablo II para recordar el deber de “venerar el inviolable derecho a la vida” ante “las citas electorales que se nos avecinan”
En su discurso ante el pleno de los obispos, el cardenal de Barcelona afirma que ha detectado un auge de la fe en las ciudades y llama a los fieles a significarse a favor de la familia, la vida y la educación concertada
Los discursos episcopales rara vez dejan espacio para la improvisación. Van preparados al detalle, calculados en sus términos y sus consecuencias. La correspondencia entre lo previsto y lo finalmente pronunciado es total, a diferencia de lo que ocurre en política, donde siempre hay margen para un giro (o una ocurrencia). Esta medición al milímetro es aún más marcada en el discurso del presidente de la Conferencia Episcopal (CEE) ante la asamblea plenaria de los obispos, que se cuenta entre los más importantes del año. Este martes comenzó en Madrid su 121ª edición. Y tomó la palabra Juan José Omella, que es quien ostenta la presidencia del órgano coordinador de las diócesis.