Desde que el Tribunal Supremo revocó hace casi un año el derecho constitucional al aborto, su práctica ha sido ilegalizada en muchos Estados sureños
Un juez federal conservador ha decidido prohibir su comercialización y, en respuesta, otro juez progresista ha decidido inmediatamente permitirlas
En la frontera, el ambiente es festivo.Tiendas abarrotadas, carritos de barbacoa echando humo, música a todo volumen. Pero si dices «misoprostol», la gente mira para otro lado. «No, no, no lo vendemos”.
Con un poco de insistencia, un buen samaritano conduce a los clientes a un callejón sin salida fuera de la vista. En México, el misoprostol se vende en farmacias, sin receta. Se puede adquirir por entre 29 y 100 dólares. «Para ti, puedo hacerlo por 75», intenta un vendedor. «Venga, 65», insiste.