Dos jóvenes de familias musulmanas explican su experiencia con el mes sagrado del islam, que acaba el 21 de abril
«Yo comía a escondidas», relata una joven de 30 años
¿Cómo lo viven los jóvenes de familias musulmanas? Muchos siguen esta tradición porque creen en ella. «Para mí es un acto muy íntimo de reflexión conmigo mismo, de plantear cambios para ser mejor persona», explica Saber Lech-hab, un joven de 25 años. Otros no lo practican, porque no les apetece o porque no se consideran creyentes. Y también hay una parte de ellos que señala que hay jóvenes que lo hacen obligados. «No tienes otra opción», lamenta Sukaina Fares, de 30 años.