Algunos participantes explican que “el centro del retiro es Dios” y que los asistentes son conducidos durante el fin de semana “a base de sentimiento”, aunque también hay críticas por cambios de comportamientos tras participar en esta convivencia
Las imágenes de un grupo de jóvenes que estaban celebrando el fin de un retiro de Effetá bailando y cantando Madre Tierra de Chayanne en la explanada de Cuelgamuros –anteriormente denominado Valle de los Caídos– han situado estos eventos católicos en el foco mediático. “Sales por las nubes”, reconoce uno de los participantes. Aunque no todas las experiencias son positivas; también hay quejas por cambios de actitud y comportamiento tras pasar por el retiro. “Volvió siendo otra persona”, recuerda María sobre una amiga de su infancia.