Adolfo Martínez estudió, como interno, en el colegio de los carmelitas de Villarreal (Castelló). Asegura que durante su estancia allí sufrió maltrato físico continuado. Junto a otros ex compañeros del centro, arrancó un proceso de denuncia pública de abusos cometidos hacia diferentes estudiantes.
Adolfo Martínez estudió, como interno, en el colegio de los carmelitas de Villarreal (Castelló). Asegura que durante su estancia allí sufrió maltrato físico continuado. Uno de los castigos más recurrentes que recibía, dice, era permanecer de rodillas en el pasillo mientras sus compañeros dormían. Asegura que esas horas allí plantado le permitieron ser testigo directo de los abusos cometidos por el padre Armell, ya fallecido.