La Conferencia de Obispos Católicos de Escocia llamó al Parlamento local a proteger el derecho a la libertad de expresión y no aprobar una ley que prohibiría rezar frente a las clínicas de aborto, bajo pena de cárcel.
Los obispos publicaron un comunicado a raíz de la reciente decisión de la Corte Suprema de Reino Unido, que sentenció que el Parlamento de Irlanda del Norte puede legislar una ley que establezca “zonas de amortiguamiento” alrededor de las clínicas de aborto.
El fallo de la Corte señaló que los legisladores pueden proceder con el proyecto de ley que criminaliza a quienes ingresen a esas zonas e influyan en las personas que asisten a las clínicas de aborto.
En el comunicado publicado ayer lunes, los obispos escoces expresaron que la decisión de la Corte Suprema de Reino Unido “es muy preocupante”, toda vez que ya un legislador local ha presentado un proyecto para crear también “zonas de amortiguamiento” alrededor de los abortorios de Escocia y “donde la oración sería ilegal”.
Los prelados indicaron que la sentencia judicial “es una decisión que no protege las libertades básicas de expresión y la libertad de reunión”.
“Sin duda, envalentonará los esfuerzos para criminalizar las vigilias pacíficas en Escocia”, señalaron, debido a que el país forma parte del Reino Unido.
“Si el Parlamento escocés aprobara dicha ley, erosionaría las libertades y los derechos fundamentales conquistados con tanto esfuerzo”, expresaron.
Los obispos dijeron que “criminalizar a los ciudadanos por el simple hecho de ocupar un lugar específico, con la amenaza de una pena de prisión de hasta seis meses por el primer delito y de hasta dos años por los delitos posteriores, tendría un efecto disuasorio sobre la libertad de expresión y reunión en un país que lleva mucho tiempo valoraba a ambos”.
Por ello, llamaron a proteger las vigilias que se realizan “fuera de las instalaciones de aborto”, pues “prueba de su carácter pacífico es que no han dado lugar a detenciones ni condenas”.
El Episcopado católico de Escocia recordó las palabras del Arzobispo de Armagh (Irlanda), Mons. Eamon Martin, quien dijo que “muchas madres en crisis se han sentido apoyadas en el último minuto por una sensible oferta de ayuda práctica, para encontrar una salida a su crisis que no sea poner fin a la vida de su bebé por nacer”.
“Es perfectamente razonable –expresó el arzobispo irlandés– querer extender la mano con compasión para ayudar a las mujeres vulnerables y ser libres para proteger la vida y el bienestar, tanto de la madre como de su hijo por nacer”.
En ese sentido, los obispos reiteraron su llamado al Parlamento escocés para que proteja la libertad de expresión “y el principio de tolerancia recíproca”.