Los tribunales condenan año tras año al Gobierno de Aragón a indemnizar a los dos centros de enseñanza por negarles los conciertos educativos que solicita, un ingreso millonario que en la práctica reciben años después y sin la obligación de prestar el servicio.
Dos colegios del Opus Dei de Zaragoza que segregan a sus alumnos por sexo, Montearagón y Sansueña, que respectivamente no aceptan a niñas ni a niños en sus aulas a partir de Primaria, llevan seis años recibiendo alrededor de dos millones de euros del Gobierno de Aragón por unos conciertos educativos que en la práctica no prestan, lo que convierte ese dinero en ganancias limpias tras detraer los gastos de los pleitos en los que los acaban obteniendo.