Una quincena de mujeres afganas se manifestaron brevemente en Kabul para defender «sus derechos hasta el final», el jueves, la víspera del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, constataron periodistas de la AFP.
Las manifestantes, la mayoría de ellas con gafas de sol, velo y máscara quirúrgica, iniciaron su marcha delante de una mezquita en el centro de la capital afgana. Talibanes patrullaban con coches y a pie, armados, en la calle, delante del grupo de mujeres.
«Lucharemos por nuestros derechos hasta el final, no nos rendiremos», se podía leer en una de las pancartas. «Estados Unidos y Occidente traicionaron a las mujeres afganas», decía otra.
«¡La condición horrible de las mujeres afganas es una vergüenza para la conciencia del mundo!», rezaba otra banderola, en inglés.
Desde que los talibanes volvieron al poder en agosto de 2021, tras la retirada de las tropas estadounidenses luego de dos décadas de presencia, las manifestaciones de mujeres, que pocas veces suman a más de cuarenta personas, son muy arriesgadas. Muchas participantes han sido detenidas.
Los talibanes han impuesto una interpretación rigorista del islam y han ido introduciendo normas cada vez más estrictas, sobre todo para restringir los derechos y libertades de las mujeres.
Después de cerrar las escuelas de secundaria para las niñas, excluir a las mujeres de la mayoría de los empleos públicos e imponer el uso del velo integral en público, entre otras medidas, los talibanes anunciaron en noviembre que no podían ir a los parques ni jardines de Kabul.
Según la ONU, que organiza el viernes el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, este tipo de violencia es la violación de los derechos humanos más extendida en el mundo. Se estima que afecta a una mujer de cada tres, una cifra que prácticamente no ha cambiado en la última década.