Yahya Benaouda, que lleva más de 20 años en el municipio cacereño, ha sido arrestado este martes por la Policía Nacional y será repatriado a Marruecos en pocas horas por difundir el salafismo
El líder de la comunidad islámica de Talayuela, Yahya Benaouda, de 51 años de edad, ha sido detenido a primera hora de este martes por la Policía Nacional en cumplimiento de una orden de expulsión gubernativa que pesa sobre él desde 2020. Se le acusa de suponer una amenaza para la seguridad nacional por propagar ideas islamistas radicales, concretamente el salafismo, según ha indicado a HOY su abogada defensora, Aziza Maghni. La Policía no ha ofrecido detalles sobre los motivos concretos de la orden de repatriación.
Benaouda es el presidente del centro cultural islámico de Talayuela, la persona que dirige los rezos en la mezquita y la gran referencia en materia religiosa en este municipio del Campo Arañuelo, que cuenta con la comunidad islámica más numerosa de Extremadura. Lleva 22 años residiendo en Talayuela, adonde llegó desde su Marruecos natal, y tiene cinco hijos, cuatro de ellos de nacionalidad española. Siempre se ha ganado la vida trabajando en el campo y es una persona muy conocida en el municipio, donde suele organizar actividades para jóvenes y donde es también el principal interlocutor con las autoridades civiles.
La abogada de Benaouda se ha reunido con él en la Comisaría de Cáceres, donde se encuentra a la espera de ser trasladado de madrugada a Madrid y repatriado a Marruecos en un vuelo que tiene prevista su salida a las 11.00 horas de este miércoles. La letrada asegura que ha tratado de presentar una solicitud de medida cautelar en el juzgado de guardia de Cáceres para intentar paralizar la expulsión, pero afirma que no se lo han permitido por ser más tarde de las 20.00 horas. «Me han dicho que el juez no estaba, así que tendré que presentar vía LexNET [la intranet de la justicia española] una petición de medida cautelarísima en un juzgado de Madrid», ha apuntado.
Aziza Maghni argumenta que no existen pruebas «ni documentales ni testificales» contra su defendido, sino tan solo un «informe policial» en el que se le acusa de propagar en Talayuela la ideología salafista, un movimiento islamista radical que hace una lectura literal y ortodoxa de los textos sagrados y propugna un retorno a las tradiciones. Algunas ramas del movimiento defienden además la yihad, pero no hay confirmación de si ese el caso del detenido. La orden de expulsión únicamente hace referencia al articulo 54.1 de la Ley de Extranjería, que establece la repatriación forzosa de quienes comprometan la seguridad del Estado o pongan en peligro las relaciones de España con otros países.
«No tienen nada, ni una grabación ni un testimonio, mientras que nosotros hemos presentado pruebas de todo tipo que demuestran que se trata de una persona perfectamente integrada y muy bien considerada en la comunidad», afirma la abogada defensora, quien indica además que Yahya Benaouda permanece sin ingerir alimentos por decisión propia desde su detención como señal de protesta.
Sorpresa
La detención y probable expulsión de España de Yahya Benaouda ha sido recibida con sorpresa entre la comunidad musulmana de Talayuela, que se encuentra muy afectada. Miembros de la asociación An-nur, que preside Benaouda, han anunciado a HOY que tenían previsto reunirse a lo largo de la tarde este martes pare analizar la situación y decidir si sacan un comunicado. No estaban al tanto de los motivos concretos de la orden de expulsión, al igual que los desconocía el alcalde, Ismael Bravo, quien dice haberse enterado de lo ocurrido por los medios de comunicación.
Yahya Benaouda participó en un amplio reportaje publicado por este diario en septiembre de 2017 sobre la juventud musulmana de Talayuela. En él, el líder religioso aseguraba estar preocupado por el paulatino abandono de los preceptos del Islam por parte de los jóvenes y avisaba del riesgo que supone internet para el acceso a la propaganda yihadista. También contaba los distintos programas que desarrollan con los jóvenes del pueblo para mantenerles ocupados y alejarles de los malos hábitos, como el consumo de drogas.
Trabajo con jóvenes
Aseguraba que, dentro de sus posibilidades, están siempre pendientes para intentar prevenir posibles casos de radicalización en su zona de influencia. Consideraba internet y el fácil acceso a los contenidos de la propaganda yihadista el gran peligro en ese sentido. «Siempre estamos vigilantes, al menos con los chicos que vienen al centro, con el tema de internet, que es muy peligroso».
Benaouda advertía de que «hay imames que están en otros países y que usan internet para conseguir gente para la yihad. Nosotros tenemos una charla muchas tardes en la que a menudo hablamos de las cosas que están prohibidas para nosotros los musulmanes, y una de ellas es hacer daño a los demás. Explicamos que nosotros venimos a España con un visado o un contrato, que son una prueba de confianza hacia nosotros y por lo tanto no debemos hacer nada que se malo para el país que nos acoge. Decimos que estamos aquí gracias a Dios y gracias al Gobierno de España, que nos ha dado muchas cosas que no teníamos en nuestro país. No podemos estar fuera de la ley y estamos obligados a respetar al otro, que es lo que dice el islam. No podemos devolver el favor con mal».